Los rumores ahora apuntan a que Intel podría lanzar todas las placas base con los nuevos chipsets de la serie 500 este próximo 11 de enero (CES 2021), coincidiendo con el anuncio de los nuevos procesadores Rocket Lake-S, o Intel Core de 11ª generación; incluso la fecha coincide.

Con todo, los últimos rumores apuntan a un "paper launch" para estos procesadores con una llegada al mercado entre finales de febrero y principios de marzo, pero permitiendo que nada más empezar el 2021 se hable de ellos y que, junto al bajo stock de los Ryzen 5000, hagan dudar a los consumidores.
Sobre los chipsets de la serie 500 no hay apenas detalles relevantes, y sólo algunas obviedades como el socket LGA1200, compatible con Comet Lake-S y los nuevos Rocket Lake-S, que serán las últimas placas en llegar con soporte para memoria DDR4, y que ofrecerán soporte lleno para el bus PCI Express 4.0, siempre que instalemos un procesador Rocket Lake-S.
Sobre esto último, se menciona que si bien ya hay muchas placas con chipset serie 400 que soporten PCIe 4.0. No todos los modelos lo hacen, y algunos ensambladores recortaron calidad en su soporte, por lo que será la principal novedad de la plataforma, aparte de suponer alguna mejora en el soporte para últimas versiones de USB o Thunderbolt.
Parece que la intención de Intel es presentar prácticamente toda la familia de chipsets serie 500, lo que incluye las placas tope de gama con chipset Z590, pero también las placas más económicas con chipset B560 y H510.
Al ser compatibles con los actuales Comet Lake-S, no sería descabellado que lleguen al mercado antes que los nuevos procesadores de Intel.