Apple usa el mismo chip M1 de 8 cores para la CPU y 8 cores para la GPU en los MacBook Pro 13 y el MacBook Air. El primero lleva ventilador mientras que el Air usa refrigeración pasiva. Esto debería permitir al chip M1 rendir más en el Pro que en el Air, pero parece que no es así según los resultados obtenidos por Notebookcheck en sus benchmarks iniciales.



Lo que sí hace el ventilador es asegurar la consistencia del rendimiento en situaciones de uso prolongado de aplicaciones que demanden una potencia de procesamiento elevada, pero el rendimiento en condiciones normales es prácticamente idéntico en ambos portátiles. Lo que sí consigue el MacBook Pro es superar las 20 horas de autonomía gracias a su mayor capacidad de la batería (58,8 Whr frente a 49,9 Whr).
Incluso en cargas de trabajo prolongadas, la caída de rendimiento en el MacBook Air no es tan severa como podría pensarse en un principio. Esto hace que el MacBook Air se convierta en una compra bastante interesante gracias a su menor precio, aunque habrá que esperar a la review completa para comprobar si es así o no.