La optimización de un juego es algo tan importante que puede hacer que una tarjeta gráfica muy potente acabe perdiendo frente a otra menos potente. No es una novedad, al final el uso que se haga de las APIs en el desarrollo y la optimización a favor de diferentes tarjetas gráficas es lo que determinará en gran medida la experiencia de juego.
Observer System Redux es uno de los ejemplos recientes más interesantes. Este juego se presenta como una versión mejorada del título que llegó en 2017. Las mejoras que trae a nivel gráfico son bastante grandes, ya las vimos en vídeo en este artículo, ¿pero qué hay del rendimiento?
La optimización de Observer System Redux es muy mala, y esto influye en el rendimiento. El escalado a nivel de CPU no pasa de los cuatro núcleos-hilos, así que si tenemos un procesador muy potente con más núcleos este juego no podrá aprovecharlo. Su rendimiento depende, principalmente, de la GPU, y parece que no se lleva bien con las Radeon.
Una GTX 980 Ti tiene un rendimiento inferior al de una RX Vega 56, pero en Observer System Redux logra superar a la RX Vega 64, algo difícil de entender si no consideramos la posibilidad de que la optimización haya sido terriblemente descuidada.
En resolución 4K la única tarjeta gráfica capaz de alcanzar una media de fotogramas aceptable ha sido la RTX 2080 Ti. Las otras dos quedan en un nivel tan bajo que la experiencia resulta injugable.
