El lanzamiento del SoC Apple M1 puso patas arriba el sector tecnológico. Apple demostró que no necesitaba a Intel, y que podía seguir su camino sola, pero para completar la transición a ARM la compañía de la manzana todavía tiene trabajo por delante, y sus usuarios deben tener claro que esto obligará a hacer algunos sacrificios.
Uno de los más importantes está en el soporte de tarjetas gráficas externas. Ya se sabía que los nuevos Mac con SoC Apple M1 no iban a ser compatibles con las tarjetas gráficas externas que estaban disponibles para los Mac basados en procesadores Intel, pero el caso es que sí que funcionan, aunque de forma muy limitada, y por tanto no son para nada rentables.

Conectar una tarjeta gráfica externa a un Mac con SoC Apple M1 no es problemático. El sistema reconoce el dispositivo, y hasta podemos utilizarla para conectar una pantalla y tener imagen, pero nada más. No contaremos con aceleración gráfica ni con ninguna función especial, debido a la ausencia de controladores.
El rendimiento de la GPU que integra el SoC Apple M1 es bueno para ser una solución integrada y de bajo consumo, pero la compañía de la manzana está preparando una solución más potente que estará presente en el SoC Apple A14T, un chip que estará fabricado en proceso de 5 nm por TSMC y que será capaz de ofrecer un rendimiento "similar al de una tarjeta gráfica dedicada".
Existen muchas tarjetas gráficas dedicadas hoy en día con rendimientos muy distintos, así que no sabemos a qué nivel podrá llegar Apple, pero me sorprendería mucho verla ir más allá de la gama media-baja, al menos en esta primera aventura.