Los procesadores Ryzen de tercera generación, también conocidos como Ryzen 3000, utilizan una nueva arquitectura basada en el chiplet como unidad central. Su diseño es de tipo MCM, y recurren, como en generaciones anteriores, a un sistema de interconexión Infinite Fabric.
A pesar de las mejoras que ha introducido AMD frente a las generaciones anteriores su dependencia de la frecuencia de la memoria RAM sigue siendo considerable, ¿pero dónde está el límite? En general montar un procesador Ryzen 3000 con un kit de memoria DDR4 a 2.666 MHz (o inferior) es una mala decisión, ya que tendremos un freno en la memoria que impedirá al procesador desplegar todo su potencial.
Los chicos de Hardware Times han publicado una comparativa a fondo donde analizan este tema centrándose en el mejor valor posible, es decir, en determinar hasta qué punto merece la pena llegar a la hora de acompañar a un procesador Ryzen 3000 de memoria de alto rendimiento, y su conclusión ha sido bastante clara: el nivel óptimo son los 3.200 MHz con latencias CL16.
En algunos casos montar memoria RAM a 3.600 MHz puede ayudar a impulsar el rendimiento en la tasa de FPS mínimos. Si podemos encontrarlas a buen precio puede ser una buena opción, pero la diferencia es puntual y mínima, así que no vale la pena pagar de más.
Recordad que no vale la pena superar los 3.733 MHz de frecuencia, ya que la proporción 1:1 se pierde.
