Una encuesta realizada por Ed Boon, en la que han participado más de 50.000 personas, ha confirmado que el precio de PS5 y Xbox Series X será lo más importante para los consumidores.
En la encuesta podemos ver que las opciones que Ed Boon dio a los usuarios incluían "precio económico", "mejores gráficos", "juegos exclusivos" y "jugar a títulos de última generación". Las prioridades de los consumidores están claras, el precio de venta se impuso de manera evidente, aunque no quedó muy lejos de "jugar a juegos de última generación".
Esto confirma algo que Sony y Microsoft tienen muy claro, y es que no pueden inflar de manera desmedida el precio de sus consolas de nueva generación, una realidad que ha dejado a ambas en una situación un poco complicada, ya que solo tienen dos opciones: vender PS5 y Xbox Series X a un precio muy ajustado, aunque ello implique pérdidas por unidad vendida, o elevar el precio y correr el riesgo de perder ventas.
Dado que ambas compañías hacen negocio sobre todo con las ventas de juegos y de servicios lo más probable es que opten por la primera opción, es decir, que vendan sus consolas de nueva generación con un precio muy ajustado y asumiendo pérdidas durante los primeros meses para acelerar el desembarco de PS5 y Xbox Series X.
Con PS3 Sony ya cometió el error de vender una consola de nueva generación a un precio demasiado alto, y encima no fue capaz de demostrar todo su valor y su potencia desde el primer momento, lo que la colocó en una posición complicada y dejó ventaja a Xbox 360. Microsoft cometió un error similar con Xbox One, una consola que llegó unida a Kinect y que costaba 499 euros. Con esos precedentes no creo que ninguna de las dos vaya a estar dispuesta a repetir errores.