Lo que empezó como un rumor un tanto cuestionable ha ido cogiendo forma de manera gradual hasta convertirse en una información cada vez más sólida. Una patente reciente registrada en Brasil sugería que PS5 podría utilizar unidades SSD externas en formato cartucho, y ahora dos nuevas patentes identificadas en Japón refuerzan esa teoría.
PS5 va a ser una consola de nueva generación basada en el SSD como elemento fundamental para ofrecer una nueva experiencia de uso al usuario. Prometen tiempos de carga prácticamente inexistentes y mundos mucho más grandes y complejos que se van mostrando al usuario sobre la marcha, sin parones de ningún tipo. Suena bien, pero para conseguir es necesario utilizar un componente que representa un aumento de costes importante frente al disco duro tradicional.

Ahí es donde la idea de los cartuchos externos con unidades SSD intercambiables cobra sentido. Sony podría vender PS5 con un SSD de pequeño tamaño en su configuración base, lo justo para que el jugador pueda disfrutar de unos pocos juegos, y a cambio mantener un precio de venta relativamente aceptable. Cuando el usuario necesite ampliar la unidad de almacenamiento tendrá la oportunidad de recurrir a esos cartuchos.
El formato que habría elegido Sony simplificaría el proceso, ya que no sería necesario abrir la consola para poder instalar un nuevo SSD, aunque está por ver el coste que acabarían teniendo este tipo de cartuchos. Los formatos propietarios siempre acaban redundando en un precio mayor, y en este caso la compañía japonesa podría justificar un precio alto a cambio de la comodidad y la facilidad de uso.
Hace poco un conocido minorista publicó varios renders de PS5 que mostraban un diseño sencillo que seguía la línea de PS4, aunque con un toque redondeado. Si Sony decide apostar por un diseño similar a ese es probable que el espacio para introducir los cartuchos SSD esté en la parte posterior.