El trazado de rayos ha sido una de las dos grandes novedades que ha introducido NVIDIA con el lanzamiento de la nueva generación de tarjetas gráficas RTX serie 20. La otra ha sido el suavizado de bordes DLSS, una tecnología que podría representar un valor más interesante por su buen equilibrio a nivel de calidad de imagen y de rendimiento.
En debut el trazado de rayos demostró que podía recrear de forma realista reflejos e interacciones en general de la luz con diferentes superficies, y también mejorar la calidad de las sombras. Battlefield V hace un uso intensivo de esta tecnología, pero tuvo que recibir un parche para optimizar el rendimiento, ya que en su estado inicial activar el trazado de rayos reducía demasiado la tasa de fotogramas por segundo.
El parche funcionó y la mejora de rendimiento fue muy grande, tanto que una RTX 2060 es capaz de mover Battlefield V con trazado de rayos en medio, resolución 1080p y calidad ultra manteniendo 60 FPS, pero no fue una mejora gratuita, ya que la calidad de los reflejos se redujo de forma considerable.
Activar esta tecnología mejora el realismo y la calidad gráfica, al menos en teoría, ¿pero son capaces los usuarios de diferenciar cuándo está activada y cuándo no? El vídeo adjunto incluye una prueba de este tipo y el resultado es muy interesante. Los usuarios expertos que miran con calma pueden identificar cuándo está activada, pero no es tan fácil como parece, y no todos logran diferenciar cuándo se encuentra desactivada.
En juegos de acción rápida el trazado de rayos puede acabar pasando inadvertido, y la reducción de calidad que ha experimentado para ofrecer un mayor rendimiento contribuye a que incluso cuando se mira con detenimiento podamos tener dudas sobre su presencia.