Hace más de un mes se confirmó que el equipo de desarrollo de SteamVR estaba trabajando en una nueva función llamada Motion Smoothing, cuyo objetivo era permitir que aquellos usuarios con un equipo de gama media-baja pudieran disfrutar de una experiencia de realidad virtual óptima.
Esta tecnología partía de un concepto relativamente sencillo: examina los dos últimos fotogramas entregados, estima el movimiento y la animación, y extrapola un nuevo fotograma. Esto permite sintetizar nuevos fotogramas manteniendo la velocidad de fotogramas de la aplicación inalterada, lo que ayuda a ofrecer una experiencia óptima con un impacto menor en el rendimiento del sistema y evita las variaciones.
Prometedor, aunque en aquél momento se encontraba en fase beta y no tenía una fecha definitiva de lanzamiento. Hoy, el equipo de desarrollo de SteamVR ha confirmado que Motion Smoothing ya se encuentra en su etapa definitiva y que está disponible (activada por defecto) en equipos que utilicen una GPU NVIDIA compatible y Windows 10 como sistema operativo.
Esta tecnología no es compatible con los kits de realidad virtual Oculus Rift y Windows Mixed Reality, ya que integran en sus drivers funciones que ejercen un trabajo similar para mejorar la experiencia cuando hay pérdidas de rendimiento, y tampoco funciona de momento con tarjetas gráficas Radeon de AMD. No han descartado la posibilidad de ampliar el soporte a corto o medio plazo, pero de momento no hay nada definitivo.
