Según leemos en Extreme Tech, la última versión de Windows, la Windows 10 April 2018 Update, llegó con un curioso y molesto bug que afectaba a los SSDs de Intel y Toshiba.

En el caso de Intel dicho bug afectaba a las unidades de la serie 600 (Intel SSD 600p y Pro 6000p) y provocaba pantallazos azules. En cambio con los SSDs de Toshiba lo que ocurría era un incremento de consumo de energía que reducía la batería de los portátiles que montaban unidades SSD Toshiba XG4, XG5 y BG3.
La actualización que corrige estos problemas es la KB4100403 y ya está disponible, así que los usuarios con estos SSDs ya pueden hacer la migración a Windows 10 April 2018 Update.