La electrónica ha avanzado de forma vertiginosa durante las últimas décadas y esto ha facilitado un desarrollo tecnológico inimaginable años atrás.
Los procesadores son hoy más potentes que nunca, más pequeños y más eficientes, pero en unos años acabarán quedando obsoletos y de nuevo miraremos atrás pensando en la enorme evolución que hemos vuelto a vivir. Es el sino de la tecnología, avanzar muy rápido en poco tiempo y dejar "en ridículo" esas innovaciones que años atrás nos dejaron con la boca abierta.
Paulo Constantino ha querido desmarcarse de esa realidad a su manera: creando un procesador casero de 8 bits que a simple vista parece una enorme maraña de cables sin sentido.
En el vídeo confirma que: "Toda la programación se realiza a través de interruptores DIP, y la CPU puede realizar tareas como contar desde 0 hasta 255, así como reproducir una variante fuera de clave pero reconocible del tema de Mario".
Esa es una forma de decir que aunque funcional su CPU de 8 bits es muy limitada, un problema que tiene pensado superar con el desarrollo de una nueva CPU casera pero de 16 bits que según él será capaz de ejecutar un sistema operativo, probablemente MS-DOS o Minix.