Ubisoft ha lanzado un parche para Assassin’s Creed Origins que introduce mejoras importantes que afectan tanto a la estabilidad general del juego como al rendimiento del mismo.
DSOGaming ha podido confirmar un aumento de rendimiento del 16% en procesadores Intel de seis núcleos, una mejora que parece una respuesta de la compañía francesa a las acusaciones que recibió sobre un posible consumo excesivo de recursos por parte de los sistemas combinados de DRM que utiliza Assassin’s Creed Origins.
Ubisoft dijo que el DRM no tenía nada que ver y que el juego estaba optimizado para poder aprovechar procesadores con más de cuatro hilos, una explicación que ya vimos aquí.
Además de la mejora de rendimiento, que de momento ha sido confirmada sólo en procesadores Intel de núcleos, Ubisoft ha mejorado la estabilidad general del juego y ha corregido algunos errores que afectaban a la experiencia de uso, como el "stuttering" que hacía que el desarrollo de la acción no fuese todo lo fluida que debería.
Es un parche importante que desde luego van a agradecer todos los usuarios (el stuttering puede llegar a ser terriblemente molesto), aunque Assassin’s Creed Origins sigue necesitando un procesador muy potente con más de cuatro hilos para ofrecer un buen rendimiento.
