Si no pasa nada el próximo mes se anunciará públicamente que París será la sede de los Juegos Olímpicos de 2024, una noticia que viene con sorpresa ya que Tony Estanguet, co-presidente del Comité Olímpico de París, ha confirmado que han aceptado emprender negociaciones para incorporar el deporte electrónico a los juegos de 2024.
De momento sólo es una idea en el aire ya que ni siquiera han comenzado las negociaciones con el Comité Olímpico Internacional y los representantes clave del mundo del deporte electrónico, pero es un hecho que están dispuestos a hacerlo y salvo que se produzcan graves desacuerdos en materia económica hay una posibilidad muy grande de que ese mundillo acabe compartiendo escenario con el deporte tradicional.
Desde luego sería un salto enorme para el mundo del deporte electrónico que podría tener efectos muy positivos para todo lo que gira alrededor de él. Empresas, desarrolladoras, compañías de streaming y los jugadores profesionales podrían vivir una experiencia única y ver cómo el sector crece en popularidad y en atención por parte de medios y del gran público.

Cuesta creer que lo que empezó en los años setenta de una manera discreta y evolucionó hasta culminar primero en Corea del Sur y luego a nivel mundial haya llegado a convertirse en algo tan enorme. El deporte electrónico es hoy un espectáculo que atrae a las masas y mueve miles de millones de dólares, pero además es un sector emergente, así que no es raro que haya llamado la atención incluso de los responsables de los Juegos Olímpicos.