Elite: Dangerous es un videojuego de simulación espacial muy conocido y también muy querido, que cuenta con un motor capaz de crear sistemas solares de manera aleatoria denominado Stellar Forge.
Este sistema parte de una base muy simple, la masa total que se calcula que tiene nuestra galaxia, y sobre ella genera de manera procedural los contenidos que recorremos en el juego.
Esa mezcla de realidad y ficción ha dado una enorme sorpresa, ya que resulta que Elite: Dangerous escondía un sistema solar muy parecido al recientemente descubierto TRAPPIST-1.
Las diferencias entre TRAPPIST-1 y el sistema solar de Elite: Dangerous creado por el motor Stellar Forge son tan mínimas que hasta la distancia respecto a la Tierra es de 39 años luz (40 años luz en el sistema solar real), y cuenta también con siete planetas orbitando alrededor de una estrella enana.
