Ante la insistencia de algunos usuarios de no devolver sus Galaxy Note 7, Samsung no ha tenido más remedio que tomar medidas drásticas en algunos países, como por ejemplo Estados Unidos, donde han lanzado una actualización que impide que el terminal pueda cargar la batería.
Esto hace que el mismo quede totalmente inservible, aunque en otros países como Europa la medida es más "suave" y no deshabilita directamente el terminal, sino que le impide cargar más allá del 30%.

En Corea del Sur todavía quedan pendientes de devolución alrededor del 15% de las unidades que fueron vendidas, pero según una nueva información Samsung habría desechado la idea de desactivar dichos terminales por miedo a las respuestas negativas de los usuarios.
Por ello se dice que han preferido esperar a que estén casi todas las unidades devueltas, y que sólo tomarán una medida tan agresiva cuando queden aproximadamente un 5%.