LG quiere concentrarse totalmente en la fabricación de pantallas OLED flexibles, y prueba de ello es que actualmente ya está trabajando en una pantalla que puede doblarse más que cualquier otra: del radio de 30 milímetros actuales pasan a nada menos que 75 milímetros.
Esto permitirá a LG adoptar pantallas OLED realmente flexibles, basadas en plástico, en lugar de las actuales hechas en vidrio, más rígidas y, por ende, más frágiles. Además, se trata de pantallas mucho más eficientes, más luminosas (807nits), con una temperatura de color de 3000K y un CRI por encima de 85.
De momento se desconoce cuándo estas nuevas pantallas flexibles estarán disponibles, pero parece lógico pensar que estarán presentes en un futuro LG G Flex 3, en un G4, o incluso en algún dispositivo para vestir. Cuestión de tiempo.
