Este fin de semana ha terminado un nuevo capítulo de la batalla legal entre Samsung y Apple a favor de la segunda, aunque con muchos matices que hacen que ninguna compañía termine de estar contenta con el veredicto.

En NextPowerUp leemos que Apple ha sido declarada culpable de infringir una patente de Samsung y tendrá que pagarle unos 160.000 dólares, por contra Samsung ha sido declarada culpable de infringir un buen número de patentes de Apple y la multa ya es más considerable: 119 millones de dólares.
Queda claro que el balance es muy positivo para Apple y que Samsung no estará contenta con haber perdido el juicio, sin embargo si tenemos en cuenta que Apple pedía 2.200 millones de dólares a Samsung como indemnización, todo apunta a que habrá apelación y por lo tanto la cosa aún no ha terminado.