Intel ha anunciado una nueva tecnología empresarial que integrará funcionalidad RAID ("grupo redundante de discos independientes") en el procesador.
Dicha integración, conocida como "next-generation RAID" o "RAID de próxima generación" elimina la necesidad de una tarjeta RAID separada, lo que permite reducir la huella de impresión y aumentar el rendimiento. Si a esto le unimos una controladora SAS, la configuración RAID integrada aumenta el rendimiento total de I/O (entrada/salida) y puede llegar a reducir en un gran margen los costes de las soluciones de almacenamiento.
Esta integración RAID en CPU será soportada, según Intel, por una gran variedad de sistemas operativos.