Siempre son curiosos este tipo de descubrimientos, lleguen a buen puerto o no: desde el departamento de química de la universidad estatal de Washington, los científicos Minseob Kim, Mathew Debessai y Choong-Shik Yoo han creado lo que podríamos llamar una "super batería".
¿Cómo lo han hecho? Pues han partido de un compuesto denominado difluoruro de xenón (XeF2), un cristal blanco usado principalmente para grabar conductores de silicio. Dicho material ha sido sometido a enormes presiones gracias a dos "yunques de diamante", llegando a alcanzar el millón de atmósferas de presión, momento en el cual las moléculas de XeF2 forman estructuras de red tridimensionales capaces de almacenar la energía mecánica de la compresión en energía química.
Suena complicado, pero en resumen podemos decir que este sistema de almacenamiento de energía, en cuanto a la relación tamaño-energía, únicamente es superado por la nuclear. Ante esto, es inevitable preguntarse si alguna vez lo veremos en nuestros ordenadores. La respuesta es sencilla: hay que tener paciencia, porque los avances de hoy son lo habitual de mañana.