Casi tres años después de su lanzamiento en Europa y algo más en el resto del mundo, Sony sigue perdiendo dinero con la PlayStation 3 debido a su fabricación.
Aproximadamente pierden un 6% de su precio por los costes derivados de su ensamblado. No es una cifra tan alarmante como los últimos años, pero sí importante debido a que el volumen de ventas es lo suficientemente elevado para que se note su peso.
Estas cifras han sido publicadas por analistas, y apuntan a que esta pérdida se quiere compensar por el pago de servicios adicionales como PlayStation Network, algo parecido al sistema de suscripción que tiene actualmente Microsoft con su Xbox Live, pero que englobaría a todos los productos de Sony.