Si eres de aquellos/as que, cuando tienen ocasión, no dudan en ponerse unas gafas y unas aletas para disfrutar del fondo marino o realizas inmersiones en el mar con el equipo pertinente y hechas en falta una cámara de fotos para inmortalizar algunas situaciones o presumir de aquel tiburón que te pasó rozando, la Sealife DC800, una cámara equipada con una carcasa para ser usada bajo el agua, puede ser una buena opción.

En el mercado existen multitud de carcasas compatibles con muchos modelos de cámaras, aunque hay algunas que tienen ciertas limitaciones o que no son todo lo cómodas que deberían ser para el medio al que van destinadas.
La carcasa de la DC800, soporta una profundidad de hasta 60 metros, incluye una zapata para colocar un flash externo y dispone de botones de gran tamaño que le confieren agilidad y facilitan el uso de la cámara con guantes.
Hablando de la cámara, es una compacta equipada con una pantalla de 2,7 pulgadas con un sensor de 8 megapíxeles, un zoom óptico de 4 aumentos y enfoque macro de 5 centímetros. Dispone de una memoria interna de 32 MB ampliables a través de tarjetas de memoria SD/SDHC, salida de televisión para visualizar fotos y vídeos (estos a una resolución VGA: 640x480 píxeles), una sensibilidad ISO de 1600 y tres modos de escena submarinos para que las fotos salgan lo mejor posible, además del correspondiente puerto USB para pasar las fotos al ordenador.
La batería cuenta con una autonomía de 200 disparos y ya está a la venta en EE.UU. a un precio de 550 dólares (unos 350 euros al cambio).
Fuente: Xataka.