Puede parecer broma, pero poco tiene lo que leemos en GamesIndustry.biz, y es que nos cuentan que recientemente, un niño de
11 años ha declarado en un juzgado por el acto de violencia que protagonizó en su hogar mientras jugaba a Los Increíbles, y es que, su hermano, de apenas siete meses, no dejaba de llorar en el cuarto de al lado, mientras él intentaba superar una y otra vez una fase en la que se había quedado atascado, por lo que su frustración era enorme.
Por motivos incomprensibles, se dirigió a la cocina a por un cuchillo y apuñaló en el estómago al bebé, y es que, no había nadie en casa puesto que sus padres estaban fuera. Al principio no tomó conciencia de sus actos, pero cuenta que al poco, salió corriendo a donde se encontraba su madre para decirle lo que había sucedido.
Afortunadamente, el bebé se recuperó, y hasta la fecha, ambos hermanos sólo se han visto una vez.
La defensa alega que no hubo intento de asesinato, pero ya veremos en que termina todo esto.
Lo más sorprendente de todo, es que en contra de lo que se pueda pensar, el juego culpable no ha sido ni Manhunt, ni GTA, ni similares, sino uno tan inocente como Los Increíbles.