Desde la introducción de la arquitectura Core 2 Duo, Intel ha hecho grandes esfuerzos por ofrecer chipsets potentes para crear una paridad de potencia entre cpu y placa base. Siendo la venta de estos chipsets lo que aporta más beneficios a la compañía, Intel ha hecho un viaje a toda velocidad para superar en cada ocasión la potencia de sus chipsets.
Los chipsets G965 y P965 salieron al mercado de forma apresurada, quizá para calmar los ánimos de los entusiastas, que veían cómo Intel se dormía en los laureles: debían salir arquitecturas capaces de soportar los nuevos Core 2 Duo, y no había mucho donde elegir. Pronto fueron apareciendo los chips de nueva generación: P35, G33, G31... Estos han supuesto una gran mejora en cuanto a rendimiento y compatibilidad. El actual es el X38, y tiene al X48 como la gama alta de éste último, la gama que Intel suele ofrecer para los entusiastas que, además, puedan permitirse el desembolse de dinero.
Lo que caracteriza al actual X38 es un desempeño de la memoria extremo para exprimirla en cuestiones de overclock (práctica cada vez más común entre los aficionados), soporte para PCI Express 2.0, o también soporte para PCI Express dual y a 16x, cosa que hasta ahora no era posible, y las tarjetas gráficas que se montaban por pares debían correr, al menos una de ellas, a 4x u 8x. La única pega que se le puede sacar al X38 es el elevado consumo de energía a la hora de hacer oveclock, por no mencionar el calor que genera con dicha práctica.
El chipset X48 usa sus propios Integrated Heat Spreaders (IHS), situados justo al lado del socket, para disipar mejor y por mayor superficie el calor generado por el northbridge. Esto es esencial a la hora de hacer overclock, ya que con esta práctica la temperatura de la placa, no sólo de la CPU, puede subir alarmantemente.



Abriendo el paquete
La placa base que analizamos hoy, la Gigabyte X48-DQ6, recoge lo último de Intel junto con las tecnologías propias de Gigabyte, entre las que encontramos: Dynamic Energy Saver (DES), Ultra Durable 2 o 6 Quad.
La presentación del producto ya nos indica que estamos ante algo realmente grande: la caja es dorada y con reflejos brillantes y relieves, además de una textura rugosa, y de gran tamaño. Por toda su superficie vemos logos de Gigabyte y listas de todas las bondades del producto, tanto de las tecnologías que aporta el fabricante como de las especificaciones del X48, del ICH9R. La mayoría de esquemas vienen acompañados de dibujos y letras grandes que llaman la atención.
Nada más abrir el paquete, vemos dos compartimentos: una envoltura de plástico duro que contiene la placa base y otra de cartón, que alberga todo el bundle del producto. Gigabyte compartimenta el bundle según sean cables o instrucciones y CDs diversos.

Contenido
La presentación es inmejorable, y Gigabyte se ha asegurado de que no se produzcan desperfectos: la placa viene protegida por plástico duro, y una vez abierta, presenta pegatinas de protección sobre los bancos de memoria y los puertos PCI Express, a parte de la acostumbrada protección del socket 775 de Intel.
La calidad de los materiales y la robustez de la placa saltan a la vista, eso es innegable. La distribución de los componentes por el PCB es acertada (teniendo en cuenta que cada vez hay más conexiones dentro del mismo espacio que aporta una placa base) y nada choca en exceso... con nada. Por todo lo demás, ya estamos listos para comenzar a manosear esta X48-DQ6, aunque de momento os dejamos con el contenido del paquete, que no es poco.
Contenido de la caja |
· Placa base GIGABYTE X48-DQ6 |
· Tapa de conexiones traseras |
· Manual del usuario |
· Guía de instalación rápida |
· 1 CD con drivers |
· 1 Cable IDE ATA133 |
· 1 Cable IDE floppy (disquetera) |
· 4 Cables de datos S-ATA |
· 2 Cables de datos e-SATA |
· 2 cables de alimentación molex -> e-SATA |
· 2 placas de extensión para puertos e-SATA |