
Hace unos meses estrenamos la primera parte de una serie de editoriales que no sabemos si tendrán fin o no, la recepción aunque no excepcional fue muy buena, así que continuamos con estos artículos que serán publicados de vez en cuando. Básicamente ya están escritas las 5 primeras entregas, pero falta encontrar el tiempo para maquetarlas y un agujero de tiempo para su publicación, pues en los últimos meses estábamos publicando algo más de 3 artículos por semana y aún así se nos seguían acumulando productos de análisis, así que estas editoriales nunca han tenido prioridad para su publicación.
Durante el mes de agosto estamos a medio gas y por lo tanto hoy parecía un buen momento para una pequeña tregua y la publicación de esta segunda entrega, no hay más introducción puesto que nada ha cambiado respecto a la primera entrega y ya os dimos la paliza en su momento, quien quiera recordarla la encontrará aquí. Sin más empezamos por el primero de los 3 títulos que vamos a comentar hoy:
Título: Batalla por la Tierra Media 2
Tipo: RTS con héroes
Fecha lanzamiento: marzo 2006
Último parche: 1.06 - octubre 2006
Sistema de guardar partidas: Al completar cada misión y guardados personalizados.
Sistema de vida: Cuando te destruyen tu fortaleza y héroes, en algunas misiones la muerte de un héroe o unidad puede significar la derrota.
Frase: Aquello de "Segundas partes nunca fueron buenas" tiene aquí un ejemplo más.
Aunque me voy a "cargar" literalmente este juego debo reconocer que no he realizado partidas multijugador, punto donde quizá resulte un juego atractivo e interesante.
Batalla por la Tierra Media 2 es un título técnicamente impecable e incluso superior a su predecesor, ya que añade algunas mejoras gráficas y termina de pulir el motor gráfico específico de este juego, e incluye nuevas y grandes bestias como dragones, krakens, etc... que lo hace visualmente muy atractivo. También lleva novedades en la gestión de las fortalezas, pues ahora se pueden crear de forma más libre sus defensas y podemos expandir nuestras murallas.


Hasta aquí lo bueno, pero uno de los graves problemas de este juego es la existencia de una primera parte, casi soberbia y que no dejaba lugar a esta segunda entrega donde le sobra todo menos los aspectos técnicos. También el buen sabor de boca que dejó su primera entrega empaña este mediocre título que parece una excusa para sacarnos nuestro dinero reaprovechando el motor del 1 y añadiendo un par de capas de pintura y unas misiones más sin ningún tipo de sentido.
La primera entrega seguía más o menos el argumento de la trilogía del Señor de los Anillos, tanto desde el punto de vista de los buenos como el supuesto caso de que malos ganaran. Esta nueva entrega no la sé ubicar en ningún libro de Tolkien y tiene un argumento prácticamente nulo, aburrido y sin sentido, esto provoca que la campaña pierda una buena dosis de interés, pues aparte de no ser real, no tiene ningún sentido ni las misiones se enlazan entre ellas bajo ningún criterio que el jugador pueda entender, así ya puestos no haría falta escenas entre misiones ni historia, probablemente sería menos insultante. Aquí llevaremos enanos y elfos sin demasiada historia remarcable.


Como he dicho, técnicamente el juego es más que correcto y además añade algunos detalles visualmente atractivos, como el conjuro de la estampida de caballos/agua de Arwen, pero sin embargo a nivel de juego no añade nada realmente interesante. La sensación es de que han cogido a una raza base del juego y le han puesto una piel distinta y cambiado los nombres, en vez de arqueros tendremos enanos equipados con martillos voladores y en vez de soldados de Gondor espadachines, enanos con armadura y hacha. Nada nuevo, ni una unidad que se pueda considerar original. Y es que la verdad es que tengo algunas lagunas sobre el juego porque lo olvidé tan pronto como me lo terminé...
¡Ah sí!, el sistema para generar recursos ha sido cambiado y ahora vamos plantando unos árboles o minas que tienen un área de efecto, cuando más terreno libre ocupe esta área más recursos genera dicha planta de producción de dinero, así vamos ocupando nuestro territorio con estas fuentes de recursos. que no necesitan ni estar conectadas a nuestra zona de influencia, también podremos montar nuestras bases/pueblos donde nos parezca oportuno, aunque naturalmente si nos expandimos demasiado tendremos que proteger demasiada zona.


Este es un RTS y como todo buen RTS tiene que estar bien balanceado y disponer de jugabilidad, pero esto sólo es una parte del juego y es que para desmarcarse del resto de títulos debe añadir algo más y eso que estaba presente en la primera parte ha desaparecido y de una forma muy descarada.
La primera entrega tenía un hilo argumental e íbamos haciendo misiones entorno a este hilo, lo mejor de ello era que a diferencia de muchos RTS este no era estrictamente lineal, había momentos que podíamos escoger qué ejercito de los dos que teníamos se iba a mover, donde y qué ganaríamos en esa batalla: que si más recursos, más puntos de mando o más puntos de desarrollo de poderes especiales. Aquí es totalmente lineal, no podemos escoger nada. Pero es que esa pequeña libertad de elección tenía su gracia, pues tanto los héroes como las unidades mantenían su experiencia y niveles de combate de una misión a la siguiente, así podías asignar nombre a una unidad de arqueros y que te acompañasen desde casi la primera misión hasta las puertas de Mordor, si no morían en alguna misión, claro. Los niveles de las unidades se notaban y por lo tanto yo, como jugador, cuidaba el hecho de no finalizar una misión estampando mi gran ejército contra una base enemiga sacrificando tropas a diestro y siniestro en ello.



Las tropas tenían 10 niveles de experiencia, igual que los héroes, el jugador recibía un mínimo de información sobre lo que mejoraban las tropas o el daño de los héroes y por lo tanto uno las cuidaba, recuerdo querer tener mis, por poner un ejemplo, "Caballeros del Zodíaco" de nivel 10 y realizar más misiones de las necesarias para que consiguiesen tal objetivo, incluso pasando ratos muertos dejando que el ejército enemigo se reagrupara un poco para lanzar mis caballeros sedientos de experiencia. Con la segunda entrega las tropas tienen sólo 5 niveles de experiencia, los héroes 10, pero las tropas no se mantienen entre misión y misión, así que es como si no tuvieran nada de valor. Adiós un pequeño gran detalle del juego, adiós a la libertad de decisión y a variaciones de recursos, nada: misión tras misión, sin sentido y sin gracia. Por suerte el título es bastante corto y la tortura se termina relativamente rápido. Eso sí, esta vez llevar los aliados de Sauron es algo más entretenido que en la primera entrega donde apenas tenían carisma o héroes interesantes... Mira algo que se salva de la quema.


Apareció una expansión de este juego que ni consideré en probar, quizá me perdí algo, quizá me ahorré más horas tontas. Considero que este no es un título prescindible, sino un título para olvidar y quedarse con el buen sabor de boca de la primera parte. Comprar este juego es tirar el dinero, si no es que le vamos a dar muchas horas al modo multijugador online y aún supongo que habrá títulos mucho mejores que éste en este aspecto.
El hecho de pertenecer a una saga o universo de culto siempre es un reclamo para un juego. Desde hace muchos años recuerdo a las míticas entregas de videojuegos de Star Wars que me compraba sólo para ser, ni que fuese un rato, un caballero Jedi pilotando un caza Ala-X (X-Wing). Pero no todos los juegos de Star Wars son buenos. Así que, aunque este juego puede resultar más atractivo que exactamente el mismo RTS basado en "Blancanieves y los siete enanitos", también hay que verlo como una alimentación recíproca. Y el daño que puede causar un mal juego a la imagen de una franquicia debería tenerse en cuenta, quizá ahí me estoy pasando pero los ingresos y el dinero fácil causan situaciones como ésta.