En este apartado nos centraremos en la parte más eminentemente práctica del uso de GeForce NOW. Usaremos la aplicación nativa para Windows, así como la aplicación para Windows en ARM, aunque el funcionamiento debería ser similar en todos los soportes disponibles, con la salvedad del tipo de pantalla empleada para jugar y el tipo de mando de juego disponible para interactuar con la aplicación.
En los dispositivos móviles y tabletas, por ejemplo, aunque es posible jugar con una interfaz simulada sobre la pantalla táctil a modo de mando de juegos, lo suyo es disponer de un mando hardware físico. En el caso de un PC, con el teclado y ratón podremos jugar a la mayoría de los títulos sin problemas, aunque también podremos hacerlo con un buen mando o un joystick, dependiendo de cada título concreto.

En cuanto a la conexión de red, es uno de los apartados más críticos para que la experiencia de juego sea satisfactoria. En nuestro caso, hemos usado una conexión cableada a través de un adaptador USB-C a Ethernet de 1 Gbps, a través de una conexión de fibra de 1 Gbps. También hemos hecho pruebas con una conexión Wi-Fi a través de un router compatible con Wi-Fi 6E, aunque es cierto que hemos experimentado alguna pérdida de detalle gráfico momentáneo de forma aleatoria durante el juego. Así que, mejor si usamos una conexión cableada, que, en nuestro caso, ha ido de perlas.
Con la conexión Wi-Fi no hemos tenido problemas que hayan degradado la experiencia de juego de un modo determinante, pero la cableada es más estable y con una tasa de bits más elevada de forma consistente. Con Wi-Fi 7 la situación será más favorable para la tecnología inalámbrica, pero aún queda hasta que se estandarice esta tecnología.

Conectando las cuentas de nuestras tiendas de juegos
Además de la conectividad de red y los dispositivos / pantallas que usemos para jugar, tenemos que poseer los juegos que queramos jugar para poder hacerlo. NVIDIA ha ido facilitando la tarea de sincronizar las bibliotecas de juegos adquiridos en eCommerces como EPIC Games, Ubisoft, STEAM, Xbox o GoG, de modo que, con nuestros datos de autenticación, GeForce NOW podrá “saber” qué juegos poseemos y jugarlos.
En nuestro caso, así lo hemos hecho con las cuentas de STEAM, EPIC Games, GoG, Xbox o Ubisoft, así como de Battle.NET a través de Xbox. En la cuenta de Battle.NET, sin ir más lejos, teníamos títulos como Diablo IV o Call of Duty Black Ops. En algunas cuentas tenemos acceso automático con nuestras credenciales. En otras, para cada juego, tendremos que introducir nuestro nombre de usuario y contraseña. Es más cómodo que se haga automáticamente, claro está, aunque de momento, no es una funcionalidad estándar.

NVIDIA GeForce NOW funciona, en la práctica, como si tuviéramos un ordenador a nuestra disposición con una configuración de hardware que dependerá de la modalidad de acceso contratada. En la versión Ultimate, que es la que tenemos en Noticias 3D, el equipo con el que estamos jugando es equivalente a un PC con una CPU AMD Ryzen de 16 cores, con 56 GB de RAM, más una GPU GeForce RTX 4080 con 20 GB de VRAM. Se trata de un hardware virtualizado sobre procesadores y GPUs específicas para centros de datos, pero de cara a la experiencia de uso, tendremos un hardware sobresaliente, como puedes ver.
Si tuviéramos que comprar un PC Gaming de estas características, su precio estaría en torno a unos 2500 euros. De todos modos, es un argumento “trampa”, ya que un PC podríamos usarlo para más tareas y podríamos instalar, sin ir más lejos, emuladores. En GeForce NOW, estamos limitados por los juegos disponibles dentro del repertorio de más de 2.000 títulos.
Rendimiento espectacular
El rendimiento obtenido a partir del hardware virtualizado en la modalidad Ultimate es, sencillamente, espectacular. A resolución 4K y 120 FPS, con todos los ajustes de calidad al máximo y con efectos RTX, tenemos rendimientos totalmente jugables de un modo fluido. Y la calidad de imagen que apreciamos en el monitor no muestra carencias apreciables a simple vista. Un análisis comparativo a escala de pixel podría arrojar ventajas para los gráficos renderizados por una GPU instalada en un PC convencional, pero la experiencia de juego de GeForce NOW parte de una calidad de imagen suficientemente alta como para que no se note que estamos ante un streaming de frames.

Solo cuando se produce alguna caída en las tasas de bits del streaming se dejan notar cuadros pixelados, especialmente con conectividad Wi-Fi. Con cable de red, este tipo de artefactos es poco frecuente, por no decir inexistente. En competiciones de eSports, las caídas de tasas de bits serán más molestas e inconvenientes y en cada caso habrá que evaluar si son asumibles o no.
En juegos como Cyberpunk, con la opción de configurar nosotros mismos la calidad de los gráficos en el juego, hemos podido usar hasta el modo Transformer para la generación de cuadros. También podemos activar tecnologías como Intel XeSS o AMD FSR. Y, además, los ajustes se guardan en la nube llegado el caso. Es una experiencia sumamente parecida a la de jugar en un equipo físico en casa. Hay opciones, como la de mostrar el resumen de los benchmarks de rendimiento, donde se almacenan archivos en el equipo "local" que no funcionan. Recuerda que estamos jugando contra un servidor en la nube y los permisos para acceder a ficheros se limitan a los imprescindibles en el juego.

La realidad es que estamos ante un rendimiento gráfico excepcional, en el que tenemos margen de maniobra para usar la resolución 4K con todo a "tope" con tasas de frames jugables en títulos AAA de última generación. Habrá que ver cómo responde GFN ante los juegos que vayan llegando, que se hayan diseñado para aprovechar Blackwell. De momento, con la suscripción Ultimate, el cuello de botella será la conexión de red, que deberá permitir tasas de bits sostenidas de 75 Mbps y con latencias de menos de 10 ms preferiblemente, para que la latencia total esté en torno a los 20 ms.