En la gama de entrada partimos de la Radeon 6600. Concretamente una ASRock Challenger. Es una GPU de menos de 300 € y con un importante descuento. No tenemos las evoluciones de las generaciones actuales pero, si queremos gastar lo mínimo para jugar a 1080p esta puede ser nuestra opción.

Sapphire es uno de los socios de AMD y consigue unos precios muy competitivos. La Radeon RX 7600 Pulse también cuesta algo menos de 300 €, tiene un rendimiento en trazado de rayos que supone un salto frente a la generación previa. Tiene una frecuencia turbo con OC de fábrica de 100 MHz frente al modelo de referencia, y también dispone de 8 GB de VRAM.

Por 334 € con descuento podemos optar por una GeForce RTX 4060 ASUS Dual. Cuenta con rodamientos premium dobles de bolas y tecnología DLSS 3. Tiene además un overclock de fábrica de 30 MHz. Sólo requiere un cable PCIe de 8 pines y ocupa 2,5 slots. A nivel de rendimiento está ligeramente por encima de la Radeon RX 7600, con algo más de diferencia con trazado de rayos y con los mismos 8 GB de VRAM que las Radeon.

Si queremos una tarjeta gráfica a prueba de futuro o incluso poder optar por mover una resolución 1440p sin muchas exigencias a nivel de músculo podemos optar por una RDNA 3 con 16 GB. Seguimos por debajo de los 400€, concretamente 354€, con esta GIGABYTE RX 7060 XT GAMING OC y nos llevamos de paso una refrigeración muy solvente para una GPU con un consumo de 190W.
