Llega el momento de poner a prueba el procesador más potente de la familia AMD Ryzen 9000 para equipos de escritorio. Hablamos del AMD Ryzen 9 9950X, con 16 cores y 32 hilos, junto con un TDP de 170W y un PPT (potencia en el zócalo) de 200W. En las especificaciones tienes más detalles técnicos de este procesador, que viene a poner el listón muy alto en cuanto a rendimiento y eficiencia, hasta que lleguen los modelos con caché apilada X3D.
Por lo pronto, probaremos la CPU que debería alcanzar las cotas de rendimiento más sobresalientes, al tiempo que mantiene un consumo alineado con la mejora en eficiencia que caracteriza sobre el papel a la arquitectura Zen5. El precio, por otro lado, es una variable que también tendremos en consideración a la hora de posicionar a esta nueva CPU de AMD.
Ya en la review del Ryzen 5 9600X de 6 cores y 12 hilos, con TDP de 65W, vimos que la arquitectura Zen5 se comporta muy noblemente, conjugando rendimiento y eficiencia. De todos modos, el precio de los procesadores Ryzen 5 7600X, sin ir más lejos, gracias a los jugosos descuentos que encontramos en algunos eCommerces como PC Componentes, se van posicionando muy bien a efectos de ser una óptima elección de compra.
En el caso del Ryzen 9 9950X, la audiencia es diferente a la de los Ryzen 5. Estamos ante usuarios que buscan, “sí o si”, un rendimiento superior, así como las tecnologías más actuales. El TDP del Ryzen 9 9950X es de 170W, como en el caso del Ryzen 9 7900X, aunque el PPT es de 200W en vez de 230W, lo cual implica mejoras en la eficiencia de los componentes del procesador que no son estrictamente los cores. Estos 170W son también el TDP del Ryzen 9 7900X, con 12 cores. De nuevo, la eficiencia es un punto clave de la arquitectura Zen5.
Las novedades en tecnologías de la arquitectura Zen5, además, se expresarán de un modo más evidente en esta CPU que en el Ryzen 5 9600X. Por lo pronto, tenemos dos CCDs ocupados, ambos con 8 cores. El Ryzen 9 9900X, por su parte, tiene también los dos CCDs ocupados de 6 cores cada uno.
Las diferencias con el Ryzen 5 9600X están, además de en el número de cores, en las velocidades de reloj base y turbo. Otros apartados, como el de la mejora en la predicción de ejecución de instrucciones, la optimización de las pipelines, la presencia de nuevas instrucciones AVX512 / VNNI o la reducción de la temperatura de funcionamiento, se mantienen, aunque con la corrección de escala correspondiente, claro está. El TDP, por su parte, pasa de 65W a 170W, como ya hemos dicho antes.
En las pruebas concretas, veremos si estas mejoras y cambios en la arquitectura se traducen de forma efectiva en mejoras de rendimiento significativas. En el caso del Ryzen 5 9600X, estas mejoras eran consistentes, con aumentos de rendimiento variables dependiendo de la aplicación de que se trate.
Es importante recordar que en estos procesadores de escritorio no tenemos cores Zen5c, pero sí que están presentes en las APUs para portátiles y también forman parte de la tecnología de los procesadores EPYC para servidores y centros de datos.
La plataforma es la AMD AM5, con una vigencia de hasta al menos 2027, aunque AMD ya ha añadido el “+” a esta cifra, de modo que su soporte para AM5 será hasta 2027+, lo cual supone en la práctica, que tendremos AM5 para rato, como sucede con AM4.
En las pruebas pondremos el foco en el rendimiento, la eficiencia y el rendimiento frente a la eficiencia. En las conclusiones también añadiremos la variable precio y el posicionamiento de los procesadores de generaciones anteriores o el de los procesadores Intel Core de 14th Gen. Estos últimos no están en un buen momento para ser recomendados, todo sea dicho. Tras la prueba de los primeros Ryzen 5 9600X, la moraleja es que no es probable que tengamos un aumento de rendimiento espectacular a partir de los nuevos equipos de escritorio con cores Zen5, pero sí que es fácil observar una mejora sobresaliente en el comportamiento de la arquitectura en lo que a gestión de los Vatios y la temperatura se refiere.
Intel ha apostado, durante las últimas generaciones tecnológicas, por aumentar el rendimiento a base de Vatios, lo cual no parece haber sido una idea muy inteligente a la vista de los últimos acontecimientos que han protagonizado las noticias tecnológicas durante las últimas semanas. Problemas con la fiabilidad de ciertos procesadores, cancelación de familias de CPUs, resultados financieros deficientes, recortes o una posición arriesgada en cuanto a su estrategia para la fabricación de chips.
AMD con Zen5, por su parte, sí tiene un componente revolucionario en el uso (eficiente) de los Vatios. De ello se benefician especialmente los equipos portátiles, a través de las APUs Strix Point en primer lugar, a las que seguirán otras como las Strix Halo. El beneficio en los equipos de sobremesa es menos evidente, al no haber una limitación especialmente fuerte en el consumo de Vatios ni en el tamaño de los sistemas de refrigeración, aunque también se deja notar en un menor PPT o en una menor temperatura de funcionamiento.
Con Zen5, tal vez estemos ante una apuesta de transición con vistas al medio y largo plazo por parte de AMD para la arquitectura Zen, de cara a mantener un funcionamiento noble y saneado en futuras generaciones. Los cores Zen5c tienen mucho más sentido que lo cores E de Intel, por ejemplo. Y, de hecho, en Lunar Lake, Intel parece que va a hacer más mejoras en los cores E, que en los “agotados” cores P, donde lo más destacable es la eliminación del SMT. Básicamente porque apenas sí aportaba algo frente al rendimiento sin SMT. Sin embargo, AMD, con Zen5 y Zen5c, ofrece una progresión en rendimiento y consumo energético muy limpia y sensata, incluyendo un aprovechamiento óptimo del SMT, tanto en los cores Zen5 (los P), como en los Zen5c (los E).
En la película Contact (ojo, Spoiler), ponen contra las cuerdas a la doctora Arroway porque supuestamente, su viaje interestelar había sido una invención suya. Los observadores solo vieron una cápsula caer, mientras que, para la doctora, había sucedido un viaje a años luz de distancia. El “pequeño detalle” era que la cámara que llevaba para registrar todo, había grabado horas y horas de ruido estático. Con Zen5, el “pequeño detalle” es que es capaz de obtener resultados iguales o mejores que los de la generación anterior, o comparables con los procesadores de Intel, pero con una fracción de los Vatios que necesitan unos y otros para conseguir el mismo nivel de rendimiento.
AMD, con el Ryzen 9 9950X, se ahorra nada menos que 30W en el PPT frente a los cores Zen4 del procesador equivalente, mientras que el Core i9-14900KS “tira” de hasta 253W para conseguir sus mejores registros de rendimiento. El Ryzen 9 9950X trabaja con un TDP de 170W y un PPT de 200W. Hablamos de muchos Vatios de diferencia y a temperaturas muy comedidas.
En los portátiles, los beneficios son mucho más evidentes: rendimientos espectaculares en ventanas de potencia que van desde los 15W hasta los 90W, sistemas de refrigeración menos voluminosos o ruidosos, tamaños de los portátiles más compactos y delgados al tiempo que ligeros, así como un mayor margen para que la iGPU y la CPU funcionen al máximo nivel simultáneamente.
En los equipos de sobremesa, las diferencias son menos evidentes. Y más aún cuando aún no hay placas con los nuevos chipsets de la serie 800. Con todo, AMD permite tanto actualizar el procesador en placas con chipsets de la serie 600, como pinchar el procesador antiguo AM5 en las futuras placas 800, como actualizar tanto placa y procesador cuando todos los componentes estén disponibles.
Más adelante, tras las pruebas, aterrizamos estos puntos con más conocimiento de causa.
Página oficial del producto: AMD Ryzen 9 9950X.