Cuando saltamos de una tradicional resolución 1080p a 2160p, o mejor conocido 4K, no doblamos la resolución. Estamos hablando de una superficie con 2 coordenadas y tendremos que mover 4 veces más píxeles... OK, estamos hablando de monitores prémium para usuarios entusiastas con hardware de alta gama pero, queremos dejar esto claro; especialmente si no es vuestro caso como podría pasar con alguien que use su equipo para un uso mixto gaming y multimedia, dándole peso a esta última tarea. En este caso ahora tenemos claro que 32" van a ser la opción.
Si por contra lo que queremos es calidad de imagen, 4K nos ofrece la friolera de 8.294.400 píxeles. Más de 8 millones que en 32" tienen un tamaño de píxel minúsculo, de 0.184 mm, casi la mitad de lo un panel 1440p de 27". Y otra vuelta de tuerca: Si el tamaño no nos importa tanto y nos hemos movido cómodos con 24" o 27" (esta última medida he de confesar que para mí es el balance ideal, recordemos que hablamos de monitores para ubicarse cerca), entonces podemos optar por nuestra primera recomendación, que por supuesto es la más económica y se trata del GIGABYTE M28U.

Son 28", 144 Hz y 580€ en un monitor que si bien ofrece HBR y cubre en gran medida el espacio DCI-P3, no os recomendamos si queréis una buena experiencia HDR. Su profundidad de color de 8 bits y sobre todo su retroiluminación Edge LED no nos van a dar esto pero, lo que sí nos brindará es un panel IPS rápido y con muy buena calidad de imagen por un precio muy competitivo. Damos un salto a 31.5" y nos vamos a un desembolso de 740€ con el LG UltraGear 32GR93U-B. Sobre el papel tenemos una apuesta parecida al GIGABYTE pero con un 14,3% más de brillo y un 12.5% más de superficie de panel.

AOC fue uno de los primeros en lanzarse a por un modelo MiniLED en 27" y lo hizo con un modelo AGON más de 300 zonas. Ahora nos movemos en una resolución 4K prémium, donde los fabricantes cuidan más sus pantallas y Samsung es uno de los expertos en esta tecnología, haciendo además rendir muy bien paneles VA con sus monitores Odyssey. En concreto el Odyssey Neo 7 es una excelente opción por 675€ si queremos una pronunciada curvatura.
En esta pantalla tenemos casi 1.200 zonas FALD. Si bien el mayor tamaño de panel requiere más zonas para obtener el mismo resultado, la diferencia en la retroiluminación es obvia. Su tecnología Quantum Matrix ofrece un contraste que no es infinito pero, es excelente y una experiencia HDR muy buena. La curvatura se nos antoja más propia de un ultrawide, lo que no quita que su panel 1000R es una muy buena alternativa a un OLED pero, con mayor vida útil.

Si nos vamos a monitores OLED, Alienware ha sido unos de los que han puesto toda la carne en el asador y tendremos más pronto que tarde el AW3225QF en Europa con refresco de 240 Hz y 32" con una curvatura comedida de 1700R. Soportará el último estándar HDMI 2.1b y con 1.000 nits de pico, tendremos una experiencia HDR realmente buena en un monitor con certificación HDR True Black 400. Por supuesto tendremos VRR.
Citamos este Alienware como podríamos citar cualquier ROG o MSI, porque son una auténtica pasada. Además, en este reciente CES 2024 hemos podido ver que la apuesta es fuerte por esta tecnología, tendremos hasta 7 nuevos monitores QD-OLED 4K con refresco de 240 Hz. Algunos con soporte Dolby Vision y por supuesto con los tiempos de respuesta irrisorios además del contraste infinito característicos de estos paneles OLED. De momento el tamaño de panel más comedido que tenemos con resolución 4K es de 41.5" en el ROG Swift PG42UQ por 1600€.