En este segmento nuestra recomendación es un monitor de 24 pulgadas y panel IPS. La razón del tamaño es que el ahorro con 22" es casi inapreciable e irse a 27" supone tener un tamaño de píxel de 0.311 mm. Puede parecer poco pero, es un 13% más de tamaño que en un monitor de 23,8" y sinceramente, se nota en la calidad de imagen.
Esa es nuestra recomendación pero, entendemos que estamos en una gama entrada y, puede haber quien no le interese tanto la calidad de imagen o que quiera hacer un uso mixto con trabajo o multimedia donde ese tamaño extra se pueda agradecer. Del mismo modo con multimedia se puede agradecer un panel VA y, aunque no sea nuestra recomendación, si queréis contraste y precio tenemos el MSI PRO MP2412 por 100€ con 100 Hz de refresco.
Estamos hablando de un monitor de lo más básico en el que cada euro cuenta y, si bien la tasa de refresco es buena, no tenemos Freesync, por lo que podremos tener tearing cuando no nos podamos acercar a esos 100 Hz. Por 125€ el ASUS TUF Gaming VG246H1A nos ofrece la misma tasa de refresco, sincronización adaptativa y las bondades de un panel IPS que además no tiene mal contraste para un monitor económico.
Las tasas de refresco han superado incluso los 360 Hz en monitores muy exclusivos que básicamente son herramientas para profesionales de los eSports. Los 360 Hz siguen siendo muy caros pero, por unos 300€ podemos optar por un ViewSonic de la serie Omni de 240 Hz aunque, casi que nos plantaríamos en 180 Hz con el ViewSonic Omni VX2428J por menos de 200 €.
Es un monitor con ajuste de altura y Freesync Premium, lo que significa que es compatible con LFC (Low Frame Compensation), lo que ayudará a evitar el tearing incluso si caemos por debajo del rango de FPS del Freesync, algo que no ocurrirá con títulos competitivos pero que en ocasiones ayudará a mitigar algún tirón en juegos más exigentes.