Cuando pensamos en un equipo gaming probablemente la primera pieza de hardware que nos viene a la cabeza es la tarjeta gráfica. Al fin y al cabo es uno de los componentes principales, que nos va a permitir incrementar el nivel de detalles gráficos y por ende la calidad de imagen. Un buen monitor puede tener el mismo impacto en la calidad de imagen que un salto de tarjeta gráfica, incluso más si nos vamos a un panel OLED.
También tenemos el aspecto del rendimiento, la respuesta en gaming viene también por la parte de la pantalla y no sólo del hardware, con mayor refresco y menor tiempo de respuesta tendremos un mejor desempeño en aquellos títulos con más dinamismo. Así mismo una resolución muy alta puede afectar a la decisión de hardware, manteniendo una armonía, con resolución 4K o con monitores ultra panorámicos el desembolso en GPU debe priorizarse frente al de CPU.
Del mismo modo, si queremos altas tasas de FPS para jugar a shooters competitivos, no tendremos que descuidar el procesador. Si bien Counter-Strike ha optado por ofrecer un juego poco exigente a nivel de hardware para ofrecer una buena experiencia para el público mayoritario, otras franquicias requerirán procesadores más ambiciosos para alcanzar altas tasas de FPS y mejorar nuestro tiempo de reacción.
En esta guía vamos a separar los monitores en tres secciones en base a la resolución, un aspecto importante a la hora de decidir procesador y tarjeta gráfica. Veremos opciones para 1080p, 1440p y 2160p además de versión ultra panorámicas. Recordemos que tenemos desde hace un tiempo opciones con panel OLED como alternativa a los 3 clásicos paneles LCD: TN, VA e IPS.
En estas pantallas de cristal líquido tenemos un panel TN con una creación de campo eléctrico gracias a los electrodos a cada lado del cristal. A diferencia del panel TN, el IPS alinea paralelamente las moléculas de cristal líquido y polariza la luz al crear el campo eléctrico además los electrodos están en el mismo lado tras la capa LCD. En el panel VA tenemos una alineación vertical que no necesita transistores extra y proporciona un mayor contraste.
Nos vamos a centrar en paneles IPS por sus bondades en cuanto a ángulos de visión y color. Los paneles VA permiten mayores curvaturas, algo que resulta interesante en ultrapanorámicos pero, es un tipo de panel con peor tiempo de respuesta. Como ya sabréis los diodos orgánicos de emisión de luz u OLED son la última revolución en pantallas. Para acercarse a esta experiencia existe la tecnología de retroiluminación MiniLED con atenuación local que brinda zonas separadas en el backlight para aumentar el brillo y el contraste.
OLED por otro lado lo tiene todo a nivel de rendimiento. Colores vívidos, contraste infinito y tiempo de respuesta irrisorio, por contra tiene una vida útil menor y son paneles más caros. Tenemos actualmente los WOLED con mejor disposición de subpíxeles aportando claridad en letras y los QD-OLED que en general aportan mejores colores y brillo aunque también se les atañe menos resistencia ante quemados.