Modelo: Lenovo Legion Go
Procesador: AMD Ryzen Z1 Extreme, 8 cores y 16 hilos Zen4
Gráfica: Integrados AMD Radeon RDNA3
Memoria: 16 GB LPDDR5X-7500
Pantalla: 8,8’’ LED LCD IPS 2560 x 1600, 16:10, 500 nits
Almacenamiento: 512 GB NVMe PCIe Gen4 x4
Peso: 650 gramos para un grosor de 2 cm (sin mandos de juegos)
Las consolas gaming portátiles son una nueva categoría de producto, aún en periodo de definición. Cada fabricante aporta su granito de arena en el campo de la innovación, tratando de atraer al mayor número de usuarios como sea posible. Steam no usa Windows como sistema operativo, por ejemplo. Unos fabricantes usan procesadores Intel, otros AMD (la mayoría). El tamaño de la pantalla también varía, así como los controles para jugar. Algunas vienen con teclado físico (las menos), otras, solo cuentan con la pantalla táctil.
Lenovo ha sido una de las últimas compañías en hacer su aportación a este interesante segmento de producto, con su consola Lenovo Legion Go. La hemos estados probando de forma exhaustiva para ver hasta dónde es capaz de llegar, qué tiene de sobresaliente, de notable, de suficiente o incluso de insuficiente. Es una propuesta sumamente interesante en muchos aspectos, desde el del diseño industrial, hasta el de su tecnología de procesador y refrigeración, pasando por la ergonomía.
En lo que concierne a su diseño, tanto industrial como estético, Lenovo ha optado por no escatimar en recursos. La Lenovo Legion Go está construida sólidamente, con un “core” constituido por la pantalla y la electrónica, a la que se acoplan sendos controles de juegos que pueden desacoplarse al estilo de la Nintendo Switch, pero adaptados al entorno Windows y sus diversas plataformas de juegos.
Este diseño, hace que la Legion Go pueda verse también como un equipo 2 en 1, capaz de funcionar tanto como consola gaming, como tableta, así como PC convencional cuando se usa con un teclado y ratón externos. En uno de los mandos tenemos, no obstante, un touchpad, al tiempo que también contamos con un sistema de detección del movimiento basado en infrarrojos.
Los mandos TrueStrike se acoplan en los laterales de la Legion Go, con conectores que permiten realizar tareas como la carga de sus baterías recargables, así como la actualización de firmware o la programación de los mandos. Tienen un generoso número de botones y palancas, que pueden ser configurados para adaptarse a diferentes plataformas de juegos y aplicaciones, como Xbox o NVIDIA GeForce NOW, sin ir más lejos.
La Legion Go, propiamente dicha, consiste en una pantalla a la que se ha añadido la electrónica de la APU AMD Ryzen Z1 Extreme, junto con memoria, almacenamiento y el chip LA1 de IA de Lenovo, que gestiona el comportamiento del equipo en funcionamiento para optimizar velocidades de reloj y temperaturas. Los mandos de juego están fabricados con policarbonato, pero la Legion Go propiamente dicha está fabricada con policarbonato reforzado con fibra de vidrio. La pantalla QHD de 8,8’’, por su parte, está protegida con Gorilla Glass 5. Sea con mandos o sin mandos, la Legion Go transmite robustez y buen hacer por parte de Lenovo.
Viene con un soporte abatible para usar la pantalla en modo stand. Si conectamos un teclado y ratón inalámbricos, podremos trabajar con la Legion Go como si de un equipo 2 en 1 tipo Surface se tratase. Podemos sujetarla con las manos para jugar, con un peso de unos 840 gramos. Sin controles de juego, el peso se queda en algo más de 600 gramos. El ejercicio de Lenovo para aligerar peso supone tener que conformarnos con una batería de unos 49 Whr. Puede parecer poco, pero Lenovo consigue apurar hasta el último Whr de su capacidad como veremos.
La (consola) Legion Go, cuando se desacopla de sus mandos de juego, es mínima en tamaño. Se echa de menos, únicamente, la presencia de una webcam integrada. Podemos usar un smartphone para la ocasión, por ejemplo, pero sería más inmediato tener una webcam integrada. En los laterales tenemos las conexiones para los mandos, mientras que en la parte superior encontramos los botones de volumen, que también habilitan el acceso a la BIOS del sistema, más una ranura MicroSD, un conector USB-C para datos, carga y pantalla externa / gafas Lenovo Smart Glasses, y las toberas de ventilación del ventilador, que es prácticamente, un blower.
En la parte inferior, tenemos un puerto USB-C de tipo USB 4.0, que también permite cargar el dispositivo o conectar periféricos tales como dispositivos de almacenamiento o pantallas externas. En cuanto a la conectividad inalámbrica, tenemos Bluetooth y Wi-Fi 6E.
La refrigeración de la Legión Go corre a cargo de un único ventilador, a diferencia de otras propuestas, como la ASUS ROG Ally, que viene con dos. El resultado, sea como fuere, es muy bueno, con unas temperaturas de funcionamiento alineadas con una experiencia de uso confortable, sin que haya temperaturas especialmente altas que puedan molestar,
Página oficial del Lenovo Legion Go