Si bien los equipos portátiles y Mini PC, así como las consolas gaming portables, están capturando una parte importante de la atención de los usuarios de ordenadores personales basados en Windows o Linux, las tradicionales “torres” siguen jugando un papel esencial en el segmento del PC. A pesar de los progresos en eficiencia que están llevando a cabo los fabricantes de chips y componentes, el rendimiento sigue estando asociado con un mayor tamaño de los equipos.

Este punto se manifiesta con mayor claridad en el caso de los equipos para gaming, así como los ordenadores para creadores, sin olvidar los ordenadores que se destinan a aplicaciones de alto rendimiento o HPC.
En todos estos casos, el denominador común es el del uso de una tarjeta gráfica con un rendimiento elevado. Esto supone vérselas, generalmente, con dispositivos hardware de gran tamaño, tanto en lo que respecta a la longitud como a la anchura. Esta circunstancia se da cuando las tarjetas gráficas se encargan de acelerar tareas de renderizado, cálculo de inferencias de IA, acelerar gaming o acelerar tareas de edición de vídeo, entre otras actividades.
Pero, no solo se trata de que las cajas de ordenador tengan un mayor tamaño. Lo de “burro grande, ande o no ande” hace tiempo que ha dejado de tener validez. En estos tiempos, las cajas de ordenador tienen que cumplir con bastantes más condiciones para que puedan considerarse una opción de compra inteligente, funcional y capaz de sacar el máximo partido a los componentes internos. Especialmente la CPU y la GPU. Y, para ello, además de necesitar espacio para alojar los sistemas de refrigeración (líquidos preferiblemente), necesitan un diseño termodinámico óptimo.

El apartado de la refrigeración tiene una segunda acepción en lo que concierne al nivel de ruido, que tendrá que ser tan comedido como sea posible. Hoy en día no es bien recibido que los ventiladores suenen como si fueran a salir volando a la mínima de cambio.
En la parte estética, también hay exigencias por parte de los compradores, que los fabricantes tienen que afrontar como suyas. Las cajas de ordenador tienen que ser funcionales, con diseños equilibrados y capaces de encajar tanto en un perfil gamer como en un perfil más bien “pro” o “sobrio”, dependiendo de la situación. La iluminación RGB ha venido al rescate de los fabricantes, que ahora tienen un margen de maniobra amplio para integrar iluminación LED RGB, que solo se haga notar cuando la ocasión lo merece, por ejemplo.

En cuanto a diseño industrial, también habría bastante que decir: no solo se trata de que las cajas sean rígidas y robustas, con un acabado que preste atención a la suavidad de las aristas, por ejemplo. Se trata de que sean cajas ligeras y con un cierto grado de modularidad, de modo que los elementos que se queden en la configuración final sean solo los que realmente necesitamos, aunque con potencial para ampliaciones futuras, claro está.
Llegados a este punto, es inmediato concluir que los fabricantes de cajas de ordenador tienen la pelota en su tejado, como se suele decir, de cara a crear diseños que cumplan con las premisas anteriores.
En el siguiente apartado haremos un recorrido más detenido por las tendencias anteriores, prestando especial atención a ejemplos concretos de producto de un fabricante con una dilatada experiencia en el diseño de cajas de ordenador, fuentes de alimentación y otros componentes y accesorios para el PC.