Ya hemos dado unas pistas sobre los elementos que caracterizan a un móvil de gama alta o ultra alta cuando hablamos de procesador, memoria, almacenamiento o las cámaras. Pero no solo se trata de especificaciones técnicas. En la actualidad, ya hay smartphones muy “cargados” con precios que caen más dentro de la gama media-alta y media incluso, que dentro de la gama alta o ultra alta.
Sin ir más lejos, tenemos un smartphone como el Poco F4 GT, con Snapdragon 8 Gen 1, 128 GB de almacenamiento y 8 GB de RAM, por 522 euros en tiendas como PC Componentes. O terminales con 256 GB de almacenamiento y 12 GB de RAM por 400 euros como el POCO F5 5G o el realme GT2 Pro, con Snapdragon 8 Gen 1, más 8 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento, por 500 euros.

Foto: actualmente es fácil encontrar terminales muy “cargados” a precios propios de gamas medias o medias-altas. Pero, recuerda, que un móvil de gama alta o ultra alta tiene que ser completo en todas o en casi todas sus facetas
En cualquier caso, un móvil de gama alta o ultra alta tiene que venir con lo último en SoCs. En este caso, el Snapdragon 8 Gen 2 o el Snapdragon 8+ Gen 1, o el Apple A16 Bionic en el caso de Apple y los iPhone 14. En memoria debe tener una cantidad de RAM de 8 GB o más, preferiblemente de 12 GB, salvo en el caso de Apple, que “va por libre”, con capacidad de almacenamiento, preferiblemente de 512 GB para que “quede claro” que estamos ante un “señor móvil”.
Diseño industrial: un aspecto más diferenciador de lo que parece
Cuando hablamos de diseño industrial, no nos referimos a la estética, sino al uso de materiales y tecnologías de fabricación especialmente diferenciales o especialmente resolutivas de cara a hacer que un dispositivo sea más resistente, delgado, ligero o ergonómico que otro modelo que “simplemente” viene con materiales más básicos, con menor resistencia o con procesos de construcción menos refinados.
Sin ir más lejos, la protección frente a polvo y agua IPXX es un aspecto que conviene tener muy en cuenta cuando se compra un smartphone. Sobre todo, porque permite que usemos el teléfono de un modo más despreocupado en escenarios como lluvia, si se nos cae el móvil al agua, en entornos hostiles como la playa, un festival de música o una excursión en la Naturaleza.
La protección frente a agua, polvo o inmersiones completas no está exenta de letra pequeña, como la que habla de que no contempla inmersión en agua salada. Pero, insistimos en que, al menos en un móvil de gama alta o ultra alta, debería ser un “must” contar con certificación IP68, o IPX8 en el caso de los móviles plegables. Hablaremos de estos terminales en un apartado específico. Decir, que la primera cifra de la certificación IPXX se refiere a protección frente a polvo, mientras la segunda describe la resistencia al agua, que pueda ser 4, 5 o 6, siendo “6” la que ofrece una mayor resistencia, llegando incluso a la inmersión completa a un metro y medio durante una hora o más. De hecho, se conocen casos de terminales sumergidos durante días o semanas que han sobrevivido a la experiencia.

Foto: la protección frente a agua o polvo es importante tenerla en cuenta. No es frecuente, a estas alturas, que un móvil de gama alta o ultra alta no sea IP68, pero puede que haya excepciones. Por lo pronto, en los plegables, es difícil encontrar certificaciones IPXX completas
El uso de materiales de última generación para la pantalla o los recubrimientos de cristal, es otro “must” en los dispositivos de gamas alta y ultra alta: en este apartado, tenemos los cristales Gorilla Glass Victus y Victus de segunda generación como máximos exponentes de este tipo de resistencia máxima a los golpes o los arañazos. O el Ceramic Shield Glass de los Apple iPhone. Huawei, por su parte, usa el Kunlun Glass, diseñado “in house” con propiedades similares a las del Gorilla Glass.
Otras propuestas que podemos encontrar en la gama alta para los materiales de fabricación son la cerámica o las aleaciones de materiales técnicos como el aluminio aeroespacial junto con tratamientos para dotar de acabados exclusivos a las superficies o mecanizados por CNC (control numérico)
Cámaras: no te fijes en el número, sino en las ópticas
Las cámaras son uno de los comodines con los que juegan los fabricantes para ajustar precios en sus terminales. No solo se trata de tener dos, tres o cuatro cámaras: se trata de que sean “buenas”. Cuando decimos “buenas”, nos referimos primero, desde una perspectiva simple, a que el número de píxeles sea suficiente como para que las fotos sean usables más allá de verlas en pantalla. Así, una cámara macro de 2 Mpx, no será “buena”. Como tampoco lo es una cámara ultra gran angular de 16 Mpx, o una cámara de 5 Mpx. Tampoco cuentan las cámaras “de relleno”, como las cámaras TOF. Sí cuentan cuando acompañan a sets de tres o cuatro cámaras, eso sí, pero no cuando una de las tres cámaras que lleva un móvil es la TOF (3D).
No solo se trata de megapíxeles: en un segundo nivel, tenemos las ópticas, caracterizadas por la luminosidad o por la presencia de apertura variable, o por tener un mayor número de elementos ópticos. La tecnología de enfoque, así como el procesamiento de las imágenes, son variables que cuentan para determinar si un terminal tiene buenas cámaras o no.
Los móviles de gamas altas y ultra altas, vienen con tres y hasta cuatro cámaras “buenas”, firmadas incluso por fabricantes especializados como Leica en el caso de Xiaomi o Zeiss en el caso de Sony. Se trata de cámaras con sensores “grandes” de hasta 1’’ incluso para la cámara principal, con sensores para el resto de cámaras con más de 40 Mpx, con aperturas generosas (ópticas luminosas), apertura variable, así como zoom óptico continuo como ha hecho Sony en el Xperia 1V, aunque dentro de un margen tan pequeño (3,5x a 5,2x) que apenas sí supone una ventaja frente a tener cámaras fijas de 3x y 5x.
El repertorio más completo de cámaras lo encontramos en los dispositivos con cámara ultra gran angular, angular, tele 3x y tele 10x. No hay muchos terminales con tal repertorio de cámaras, todo sea dicho. Samsung, Xiaomi o vivo, cuentan con modelos con cuatro cámaras reales, que han seguido la estela del Huawei P40 Pro Plus, que ya hace un par de años contaba con este excelente repertorio de distancias focales.

Foto: es difícil encontrar terminales móviles con todas sus cámaras “buenas”. El vivo X90 Pro + es uno de esos terminales, aunque no está fácilmente localizable en España. El Samsung Galaxy S23 Ultra es otro y el Xiaomi 13 Ultra es un tercer ejemplo
En un móvil de gama alta o ultra alta, tenemos que exigir que el dispositivo tenga al menos tres cámaras “buenas”, sin que haya cámaras malas en ningún caso. Los fabricantes, en los dispositivos de gamas medias, juegan con tener una cámara principal decente, dejando de lado las otras (ultra gran angular, 2x, 3x, 5x, macro). Estos terminales pueden estar muy “cargados” en procesador, memoria o almacenamiento.
Batería: mejor con carga rápida
La autonomía es uno de los apartados que menos han evolucionado en la telefonía móvil. Las baterías han mejorado en capacidad neta, así como en su durabilidad y en la velocidad de carga, pero no en lo que a la densidad de energía se refiere. Y la electrónica ha mejorado en eficiencia, pero no tanto como para que se traduzca en aumentos espectaculares de la autonomía.
La química tiene sus reglas, y no son fácilmente modificables. Lo que ha mejorado exponencialmente es la velocidad de carga. En los terminales más avanzados tenemos hasta 240W para la carga, con 120W para dispositivos como los Xiaomi 13 Pro y Ultra. De este modo, en apenas 15 minutos podemos tener la batería completamente llena, partiendo de un 0%.

Foto: la carga rápida es un aspecto importante de cara a maximizar la satisfacción de uso de un smartphone, especialmente si hacemos un uso intensivo en movilidad, donde la autonomía de la batería puede ser un problema. Cargando el móvil en apenas 19 minutos, las preocupaciones se reducen
La carga rápida, sin embargo, no está siendo adoptada por todos los terminales de gamas altas y ultra altas. Samsung o Apple, por ejemplo, mantienen tasas de carga modestas para sus flagship, con menos de 50W para Samsung e incluso en torno a 20W para los Apple y 30W para los Sony.
En general, es deseable que la batería sea tan grande como se pueda y que cargue lo más rápidamente posible. Cuando decimos “grande”, hablamos de capacidades de unos 5.000 mAh. En los terminales plegables tenemos capacidades menores, en general.
Mientras Android incorpora avances en este tema de las baterías, Apple se queda con tasas de carga y capacidades más bien moderadas, suponemos que para que la química no “sufra” en demasía.
Pantallas: resolución, brillo, colorimetría, rapidez
Las pantallas han ido mejorando sin prisa pero sin pausa durante los últimos años. En la actualidad, lo que se busca en un terminal de gama alta y ultra alta es que la pantalla tenga una densidad de píxeles elevada (lo que Apple llama “pantalla retina”), una compatibilidad generosa con espacios de color como el DCI-P3, una precisión de color elevada también, una frecuencia de refresco alta, pero también variable que se adapta al tipo de aplicación que se esté usando.
Tecnologías como la LTPO OLED o AMOLED permiten que la frecuencia se ajuste desde unos pocos hercios hasta 120Hz de forma continua, por ejemplo. Sin olvidar los niveles de brillo con hasta más de 2.000 nits de pico o más de 1.000 nits de brillo nominal para toda la pantalla.
Teléfonos plegables: una tendencia consolidada, pero…
Los teléfonos plegables se han constituido como una categoría en sí misma en los dos últimos años. En este tiempo, Samsung, Motorola y Huawei han pasado de ser los pioneros en este apartado, a competir con otros fabricantes como Oppo, Xiaomi, Google, vivo u Honor.
En teléfonos plegables tenemos los diseños Fold y FLip. Los Fold son los que aprovechan su “plegabilidad” para aumentar el tamaño de la pantalla. Los Flip son los que aprovechan su “plegabilidad” para disminuir el tamaño del terminal.
De momento, los que parece que tienen más recorrido son los Flip: reducir el tamaño del terminal es más atractivo para una audiencia mayoritaria, que aumentar el tamaño y peso de los terminales para que tengan una pantalla más grande cuando se despliegan.
Además, los Flip tienen precios más comedidos, alineados con los terminales de gama alta y ultra alta, mientras los Fold, superan con relativa facilidad cotas de 1.800 euros o incluso superando los 2.000 euros.

Foto: los terminales móviles tipo “flip” como el Motorola Razr 40 Ultra empiezan a ser propuestas perfectamente recomendables para todas las audiencias, y no solo para los “early adopters”
Los teléfonos plegables empiezan a ser propuestas sin fisuras, con resistencia IPX8 en algunos casos, cámaras muy solventes, pantallas en las que el pliegue de la bisagra apenas se deja ver o notar al tacto, bisagras con una durabilidad de cientos de miles de operaciones de apertura y cierre o baterías con capacidades decentes y carga rápida, con pantallas auxiliares que ya son plenamente funcionales más allá de mostrar widgets simples como sucedía hasta hace una generación en los “flip”.
Teléfonos gaming: una categoría con muchos competidores
Los terminales gaming son otra categoría con entidad propia en la que se potencian aspectos muy concretos de su tecnología, relacionados con la experiencia gaming de manera especial. Así, son terminales con SoCs tuneados para que funcionen a máximo rendimiento durante mucho tiempo, integrando sistemas de refrigeración especialmente potentes, incluso con ventiladores internos o externos.
Las pantallas cuentan con tasas de refresco elevadas como 165Hz, con elementos de interacción especialmente pensados para jugar, como gatillos, o interfaces tuneadas para facilitar el acceso y gestión de los modos de juego o las partidas.

Foto: los smartphones gaming cuentan, como este ASUS ROG Phone 7 Ultimate, con sistemas de refrigeración pasivos e incluso activos. Fuente: Jerry Rig Everything
ASUS, POCO, Xiaomi o Lenovo (Motorola) son algunos de los fabricantes que han apostado por los terminales gaming. Con todo, no son móviles que entren en la categoría de smartphones premium o ultra premium al “descuidar” apartados como el de las cámaras. Por ejemplo, el ASUS ROG Phone 7 Ultimate tiene únicamente una cámara “buena”, con otras dos “de relleno” especialmente la macro de 5 Mpx. Es cierto que tiene una segunda pantalla auxiliar, así como gatillos especiales para gaming, pero no es un terminal al uso.
Por ello, no incluiremos los teléfonos gaming en nuestra selección de la siguiente página.