Fabricante: Lenovo
Modelo: Lenovo Legion Pro 7 16 y Lenovo LOQ 16
Procesador: Intel Core i9-13900HX e Intel Core i5-13420H
Gráficas: NVIDIA GeForce RTX 4090 Laptop y RTX 3050 Laptop
Los ordenadores portátiles para gaming son auténticas máquinas de precisión donde los fabricantes tienen que aplicar tecnologías y conocimientos muy avanzados en un campo tan complicado y apasionante como es el de la termodinámica y el diseño industrial.
Ten en cuenta que, en un equipo gaming, los fabricantes tienen que empaquetar componentes de muy alto rendimiento y calidad. Hablamos, en especial, del procesador y de la tarjeta gráfica, que son los componentes de los que dependen, de forma directa, el rendimiento del equipo tanto en tareas de propósito general como en las relacionadas con juegos o aceleración gráfica.

Foto: En los equipos gaming encontramos elementos característicos como las prominentes toberas para la salida de aire. En la imagen tenemos el Lenovo Legion Pro 7 16IRX8H de gama premium.
Estos componentes tienen un rendimiento que depende de forma directa de los Vatios que disipen. Son componentes en los que se maximiza el número de cores de CPU y unidades de ejecución en la GPU, que se benefician de un modo significativo de una capacidad de disipación elevada, medida en Vatios. En un segundo nivel de dependencia de rendimiento y vatios está la gama de la CPU y la GPU, por supuesto. Un procesador Core i9 HX, a igualdad de Vatios, rinde más que un Core i7 H, por ejemplo. Y en gráficos, una RTX 4090 Laptop a 150W rinde más que una RTX 4070 Laptop a igualdad de Vatios.
Para la CPU tenemos el TDP y para la gráfica el TGP. En las CPUs de portátiles, este TDP está en los 45W – 55W para equipos gaming. Y en las GPUs para portátiles el TGP está en torno a los 150W, que se convierten en hasta 175W si añadimos los vatios de “propina” que NVIDIA permite usar cuando la refrigeración hace posible que las temperaturas de los componentes se mantengan bajo control.
Segmentando los portátiles gaming
Los fabricantes de portátiles gaming, por otro lado, no solo ofrecen a los usuarios equipos de gamas premium. Como hemos visto, existen diferentes gamas de componentes que pueden combinarse para ofrecer configuraciones para diferentes necesidades de rendimiento y diferentes presupuestos. Un equipo gaming portátil “top”, puede costar fácilmente entre 3.500 euros y más de 4.000 euros. Hablamos de portátiles con rendimientos equiparables a los de los equipos de sobremesa, pero en un formato mucho más compacto, con un peso de entre dos y tres kilos y pantallas de 16’’ – 17’’ con un grosor entre 2 cm y 3 cm +.
Los equipos gaming más económicos, por su parte, están en torno a los 1.200 euros, con procesadores y gráficas más ajustadas en rendimiento, así como con pantallas menos ambiciosas y acabados y tecnologías también ajustadas a un posicionamiento más modesto.

Foto: Las diferencias entre un equipo como el Lenovo LOQ de gama de entrada y el Lenovo Legion Pro 7 de gama premium permiten posicionar las diferentes gamas en diferentes puntos de precio y rendimiento. El interior de los equipos muestra diferencias más o menos sutiles, como los materiales empleados o las tecnologías de disipación implementadas.
Los fabricantes, ya sea en los equipos premium y en los equipos portátiles gaming de gama de entrada, tienen que afinar mucho, aunque en dos direcciones diferentes. En los equipos más “top”, los fabricantes tienen que asegurarse de que los componentes se exprimen al máximo en cuanto a rendimiento. De poco sirve tener una gráfica RTX 4090 Laptop con un TGP máximo de 175W si en la práctica está funcionando a 150W o menos debido al throttling térmico. Lo mismo se puede decir para la CPU, por supuesto.
En los equipos gaming de gama de entrada, el reto es el de ofrecer las mejores tecnologías posibles para el rango de precio fijado. De nuevo, aunque la audiencia pueda parecer menos exigente, los fabricantes tienen la responsabilidad de ofrecer tecnologías solventes y robustas que maximicen el potencial de los componentes instalados, aunque sean modestos en cuanto a especificaciones.
Gaming 1080p, 2K y 4K
En los portátiles gaming, la resolución de la pantalla es una variable importante, en tanto en cuanto determina cuánto tendrán que rendir los componentes en juegos. Lo ideal es que los juegos se rendericen a la resolución nativa de la pantalla para que tengamos la máxima nitidez posible. Ahora bien: a más resolución, más rendimiento gráfico necesitaremos para que las tasas de frames sean jugables (hablamos de unos 60 fps de media, para simplificar el argumento).
Si un portátil viene con pantalla 4K, sin ir más lejos, el rendimiento gaming tendrá que afinarse para que sea fluido a esa resolución. Lo mismo sucede para pantallas 2K y FullHD (1K). El punto dulce para equipos gaming de gama alta y premium es el de la resolución 2K, mientras que, para los equipos de gama de entrada, la resolución suele ser 1080p (o 1.200p si la resolución es de 1920 x 1200 si tenemos relación de aspecto 16:10). Hay excepciones, como veremos, dependiendo de la configuración concreta que elijamos.
Siempre es posible ajustar los parámetros de calidad gráfica a la baja para aumentar las tasas de frames, aunque lo ideal es que la experiencia gaming tenga lugar con la calidad gráfica en modos Alto o Ultra, con efectos RTX si es posible en los modelos de gamas más altas. DLSS es un sucedáneo muy útil que permite activar efectos gráficos exigentes en equipos relativamente modestos, aunque lo ideal es trabajar con las resoluciones nativas.
El gaming 4K en un portátil es complicado de conseguir con la solvencia necesaria para que las tasas de frames sean fluidas en todos los casos. El punto óptimo es el gaming 2K para los equipos portátiles gaming más avanzados.
Otras diferencias
El posicionamiento de los equipos portátiles gaming también depende de otros componentes, como los altavoces. Sin ir más lejos, en las fotos siguientes podemos ver los altavoces del equipo Lenovo LOQ y del Lenovo Legion Pro 7. En el segundo caso, el audio está a cargo de Harman Kardon.
Altavoces del Lenovo LOQ:

Altavoces del Lenovo Legion Pro 7:

Son estos detalles, entre otros, los que hacen que los equipos portátiles se diferencien en posicionamiento. No quiere decir que estemos ante componentes que puedan calificarse como “malos” en los equipos más económicos. Tan solo, tenemos diferentes calidades, que no tienen por qué interferir con la función esencial de los mismos.