Lenovo lleva varios años ofreciendo soluciones PC Gaming bajo el paraguas de la marca Legion. Ofrece tanto equipos PC de sobremesa como portátiles, aunque, hasta ahora, dentro de las gamas alta y premium de equipos. Durante estos años, Lenovo ha ido desarrollando sus propias soluciones tecnológicas para satisfacer las necesidades de los jugadores, tanto en lo que concierne al diseño industrial como a la refrigeración (Cold Front) como al software (Lenovo Vantage).
Este año, sin embargo, una vez alcanzado un grado de desarrollo y completitud suficientes en los equipos Legion, Lenovo se ha adentrado en la gama de entrada para segmentar su familia de PCs para jugadores. Lo ha hecho con una familia de equipos diferenciada de los Legion, denominada Lenovo LOQ.

Foto: Lenovo ha estrenado gama de portátiles gaming de gama de entrada. Se trata de los Lenovo LOQ. A la izquierda tenemos el interior del Lenovo LOQ 16IRH8 de 16’’ orientado a quienes se inician en el gaming. A la derecha, tenemos el Lenovo Legion Pro 7 16IRX8H, de gama ultra alta, orientado a gamers exigentes y con un presupuesto abultado.
Hemos aprovechado este hito, para radiografiar la esencia de los equipos gaming, tanto los de gama premium como son los Lenovo Legion, como los de gama de entrada como son los Lenovo LOQ, a través de dos modelos representativos de ambas gamas.
Lenovo Legion Pro 7 16IRXH8 versus Lenovo LOQ 16IR8H
Ambos portátiles han sido analizados en Noticias3D. El análisis del Lenovo LOQ lo tienes aquí y el del Lenovo Legion Pro 7 lo tienes aquí. En este caso contamos con el modelo Legion Pro 7 16IRXH8 más top, con el procesador Intel Core i9-13900HX y la gráfica GeForce RTX 4090 Laptop Edition de 150W + 25” de boost, eso sí. En el análisis teníamos un modelo con un procesador Core i7 y una GPU RTX 4080 Laptop.
En cualquier caso, nos centraremos en el análisis del comportamiento en aspectos determinantes para un laptop gaming, como la capacidad de disipación máxima combinando CPU y GPU, así como el rendimiento sostenido de la CPU y la GPU, sin olvidarnos de un componente esencial en un portátil para jugadores: el software que permite definir el modo de rendimiento del equipo.
Disipación máxima de CPU y GPU
Como decíamos al principio del artículo, la capacidad de un portátil para “echar fuera” el calor generado por los componentes internos es un factor determinante de su rendimiento. Si el equipo no es capaz de “echar fuera” el calor, este se quedará en el interior aumentando la temperatura de los componentes hasta que alcancen el punto de “corte” (de rendimiento). Este punto de corte está en torno a los 100 grados para la CPU y de los 85 grados para la GPU (aproximadamente).
Los fabricantes se apoyan en cuatro elementos fundamentales para diseñar sus sistemas de refrigeración:
- el sistema de transferencia de calor desde el chip al disipador (metal líquido en los equipos de gamas más altas)
- el sistema de transferencia de calor desde el disipador de la CPU y la GPU a los heatpipes o caleoductos que recogen el calor generado por estos componentes
- los ventiladores que hacen que circule el aire frío desde el exterior para disipar el calor en los heatpipes, llevándolo después al exterior
- las toberas y rejillas por las que entra y sale el aire que circula en el interior del equipo

Foto: para cuatificar la disipación máxima de CPU, GPU y CPU + GPU, usamos HWInfo que permite registrar los Vatios disipados por la CPU y la GPU. Como cargas, usaremos Cinebench R23 en modo multi core y el stress test Speedway de 3DMark. Después, calcularemos la suma y otros parámetros como la media de Vatios en Excel.
Además, tenemos otros elementos que contribuyen a que la disipación de calor sea más eficiente. Por ejemplo, el material del chasis juega un papel relevante si hablamos de aluminio o aleaciones de aluminio y magnesio, que permiten que la propia carcasa actúe como elemento disipador de calor. Los equipos de gamas más altas suelen usar metal para la carcasa, mientras que los de gamas más modestas suelen hacer uso de materiales como el policarbonato.
En este caso, lo que evaluamos es si el sistema de refrigeración se satura pasado cierto tiempo. Si se satura, el proceso de cíclico de extracción de calor y disipación acaba por colapsar, haciendo que los componentes alcancen la temperatura de corte, reduciéndose el rendimiento del equipo.
El rendimiento depende de forma directamente proporcional de los Vatios
La clave para entender por qué es importante caracterizar la calidad del sistema de refrigeración radica en la relación directa que hay entre los Vatios disipados por los componentes y el rendimiento del equipo. A más Vatios disipados en la CPU y la GPU, mayor rendimiento tendremos.
De hecho, sin ir más lejos, para las tarjetas gráficas el dato del TGP es extremadamente importante para caracterizarlas. Por ejemplo, una gráfica RTX 4080 Laptop con un TGP de 175W puede rendir más que una RTX 4090 Laptop con un TGP de 125W. Los fabricantes, dependiendo de cómo sea el diseño de los portátiles, pueden decidir instalar una variante u otra. Por ejemplo, un laptop delgado y ligero, generalmente tendrá que usar una gráfica con un TGP menor al tener menor potencial de disipación debido a su reducido espesor.
Pasaremos a analizar cada equipo por separado en este apartado y después haremos una comparación entre las diferentes gamas teniendo en cuenta los respectivos posicionamientos (y precios).