El ASUS ROG STRIX G16 2023 viene con un completo repertorio de tecnologías de última generación con el foco puesto en el rendimiento gaming. Como ya decíamos en el apartado anterior, ASUS prioriza el rendimiento y funcionamiento “frío” y silencioso del equipo frente a la reducción de peso y grosor. Estamos en presencia de un portátil con procesador Intel Core i9-13980HX con 24 cores y 32 hilos y unos valores para los límites de potencia PL1 y PL2 de 140W y 175W como máximo respectivamente.
Además, la gráfica es una RTX 40, que puede llegar a ser una RTX 4080 con un TGP de hasta 175W. En nuestro caso, tenemos una GeForce RTX 4060 Laptop, con un TGP de 90W, que, según parece a partir del software Armory Crate, puede llegar a más de 140W con overclocking, aunque en este caso nos hemos quedado con los parámetros de referencia estándar. La memoria de 16 GB DDR5-4200 y el almacenamiento de 1 TB NVMe SSD PCIe Gen4 x4 completan la configuración hardware esencial.
La refrigeración, por su parte, juega un papel fundamental en este equipo. De hecho, hemos comprobado que este equipo puede mantener un TDP sostenido de unos 140W para la CPU en cargas como Cinebench R23 con un nivel de ruido de 46 dBA, lo cual está francamente bien. Otro tema es el de si Intel lo está haciendo bien condicionando que el rendimiento de las CPUs dependa tanto del buen desempeño de la refrigeración, pero en lo que concierne al rendimiento de este portátil, ASUS ha hecho los deberes. En la GPU tenemos un rendimiento sostenido de entre 90W y 94W en FurMark a 1080p y con 8xMSAA. Si combinamos CPU y GPU, tenemos entre 220W y 230W de capacidad de disipación máxima con unos 50dBA de nivel de ruido de los ventiladores. De nuevo, muy bien por ASUS que cumple con el “presupuesto” de Vatios publicitado en la web de estos portátiles, con un total de 230W según la propia ASUS.
En el capítulo de las conexiones, como ya mencionamos antes, están repartidas en los laterales al no contar con el espacio de la parte trasera, dedicado a la refrigeración. De todos modos, no hay lugar para la queja: tenemos conector de audio combo de tipo Jack de 3,5 mm, más una conexión HDMI 2.1, dos USB-C 3.2 Gen 2 compatibles con alimentación y pantallas externas, siendo uno de ellos compatible con Thunderbolt 4 también. Además, contamos con un conector LAN Ethernet RJ-45 y otros dos puertos USB-A 3.2 Gen 2. Un repertorio de conectividad suficiente y solvente.
Si vamos a la parte de la alimentación, encontramos un transformador de 240W. Se agradece que ASUS haya diferenciado los modelos con tarjetas más bajas de gama de los que vienen con una RTX 4080, en los que encontramos un transformador de 330W. De este modo se consigue reducir el tamaño del “ladrillo” de costumbre en estos equipos gaming. La batería es de 90Whr, con una autonomía muy lograda, como veremos posteriormente.
El sistema de refrigeración destaca por su rediseño frente a otras generaciones de equipos gaming. Tenemos un disipador térmico de ancho completo con tres secciones diferentes con una superficie total de nada menos que 174.183 mm², que es un 71% más en el ROG STRIX G15 del año pasado. Externamente, se deja ver por las toberas laterales y traseras, que son las que marcan las dimensiones del disipador de ancho completo. En las pruebas veremos que esto se refleja, por ejemplo, en el menor ruido generado por los ventiladores. Y eso a pesar de tener tres ventiladores con el tercero siendo para la GPU y la VRAM. Tenemos también 7 heatpipes o caleoductos.
Lo cierto es que ASUS ha hecho un buen trabajo rediseñando el sistema de refrigeración, con un resultado fantástico tanto en rendimiento como en gestión de los Vatios, que responden de un modo casi propio de reloj suizo a las especificaciones oficiales de ASUS. Lo veremos en las pruebas de la vida real, aunque ya lo planteamos antes.