Fabricante: QNAP
Modelo: TS-462
Funciones destacadas:4 bahías SATA + 2 M.2 NVMe
Ranura de expansión PCIe Gen3 x4 más Ethernet 2.5 GbE
Procesador Intel Celeron con 2 GB de RAM ampliables a 16 GB
Sistema Operativo QNAP QTS 5.0.1
App Center
integración con servicios cloud
Sincronización a través de Internet y de apps para Android, iOS, Mac OS, Windows o Linux.
Introducción
La proliferación de opciones de almacenamiento en la nube pública ha hecho que los NAS hayan tenido que redefinir su lugar en la jerarquía de almacenamiento tanto para empresas como para usuarios particulares. Y decimos “redefinir”, porque en realidad nunca han perdido ese papel. Los movimientos de compañías como Google o Amazon, cambiando las políticas de precios de sus servicios de almacenamiento cloud, sin ir más lejos, son una señal de atención seria que puede ponernos en una posición difícil si no contamos con una solución de almacenamiento segura, eficiente, rápida, versátil, de alta capacidad y ampliable en nuestra nube “privada”. Esta solución estará construida alrededor de un NAS típicamente, si queremos que cumpla con todas las premisas enunciadas.

Ante el aumento de la cantidad de datos que se manejan, tanto en el ámbito doméstico como en el profesional, pensar en adoptar una solución de almacenamiento en red, ubicua y siempre disponible, tanto desde la red local como en remoto, no es una idea descabellada. Fotos, vídeos, documentos, música o incluso copias de seguridad de dispositivos tales como PCs o smartphones son tipos de datos que interesa tener almacenados en soportes donde puedan ser accedidos rápidamente y desde cualquier momento y lugar, y que ocupan un espacio generoso.

El uso de unidades de almacenamiento convencionales es una solución generalizada, pero carece de tecnologías de redundancia que permitan recuperar los datos en caso de que se dañe alguno de los soportes físicos. Tampoco es sencillo hacer que estas unidades estén accesibles desde cualquiera de nuestros dispositivos, sean ordenadores, smartphones o tabletas. La nube pública es una alternativa, pero dependemos de la conectividad de Internet para acceder, al tiempo que los precios de estos servicios pueden ser elevados a poco que nuestros datos ocupen un espacio “generoso”.

Los NAS tienen, además, virtudes que, bien aprovechadas, suponen mejorar notablemente nuestra experiencia de ocio digital. Sin ir más lejos, los NAS pueden desempeñar el papel de servidor multimedia de vídeo, audio o imágenes, por lo que sin más que conectarlo al televisor, podremos centralizar el consumo de contenidos multimedia de un modo sencillo y ágil.
También encontramos posibilidades como la de organizar nuestras fotos y vídeos usando tecnologías de procesamiento e identificación de imágenes. O utilizar el NAS como respaldo para los contenidos de nuestro smartphone gracias a las herramientas de sincronización disponibles para nuestros dispositivos móviles. Así, podemos volcar en nuestro NAS, remotamente y en tiempo casi real, las fotos y vídeos que hagamos en nuestro móvil, de modo que, en caso de rotura, pérdida o robo, tendremos nuestros contenidos a salvo.
Así pues, un NAS como el QNAP TS-462-2G se posiciona bien como una solución de almacenamiento en red, tanto para usuarios entusiastas como para PYMES. Para usuarios con menos exigencias como pueden ser los entusiastas y “power users”, exisen soluciones NAS con dos bahías, más económicos. Con cuatro bahías, sin embargo, es posible crear espacios de almacenamiento de muy alta capacidad, con tecnologías de redundancia RAID más ambiciosas que el básico RAID 1 de las unidades de dos bahías.
Descripción del exterior
QNAP ha hecho un buen trabajo con el diseño de este NAS. El color blanco es apropiado para todo tipo de escenarios, incluyendo aquellos en los que se busque cierta diferenciación estética, ya sea en una oficina o en el propio hogar. No es lo más relevante desde la perspectiva del funcionamiento, pero es importante también. Las bahías quedan convenientemente ocultas tras la cubierta frontal.

La parte frontal integra un puerto USB de Tipo A, así como los LEDs indicadores de estado y botones para interactuar con el NAS. En la parte trasera encontramos el botón de reset, una ranura Kensington Lock, tres puertos USB de Tipo A, HDMI, la conexión de red Ethernet 2.5 GbE, la toma de alimentación y una ranura de expansión PCIe, que podremos usar para instalar tarjetas de expansión tales como tarjetas de red 10 GbE.

El ventilador de la parte posterior está generosamente dimensionado para que pueda funcionar a un régimen de revoluciones bajo, pero sin que se vea perjudicada su capacidad de mover el aire en el interior, especialmente cuando están ocupadas todas las bahías de almacenamiento SATA y NVMe.


Descripción del interior
Si nos vamos al interior, encontramos una disposición habitual de los componentes en un NAS: la placa base, con procesador, chipset y memoria, más la placa con las ranuras SATA para las cuatro bahías disponibles. También hay dos ranuras M.2 NVMe para unidades de almacenamiento o accesorios tales como el acelerador de procesamiento de IA, Edge TPU para acelerar procesos de inferencia en aplicaciones de Machine Learning.

Otro punto interesante es el de la ampliación de memoria. Hay dos ranuras para ampliar la memoria. La configuración estándar viene con 2 GB de RAM DDR4, pero podemos instalar hasta 16 GB. Si vamos a usar contenedores o aplicaciones que vayan más allá de las convencionales para gestionar archivos, fotos, documentos o vídeos, como distribuciones de Linux, necesitaremos ampliar la RAM.

Las ranuras M.2 NVMe pueden usarse tanto para almacenamiento como para aceleración mediante cacheado SSD o para instalar accesorios como el mencionado acelerador Edge TPU para IA e inferencia.

El acceso al interior es sencillo, y la manipulación de las bandejas de las unidades de almacenamiento también está exenta de dificultades. Recuerda que es posible el intercambio en caliente de unidades, dependiendo del tipo de RAID empleado.
Página oficial del producto: QNAP TS-462.