El ROG Flow Z13 es una maravilla en cuanto a diseño industrial se refiere, especialmente si pensamos que en apenas 1,2 cm de grosor y con un tamaño de pantalla de 13,4’’ en 1,18 kilos de peso se concentra la “flor y nata” del rendimiento en forma de la plataforma Intel Alder Lake-H. Concretamente tenemos un Intel Core i9-12900H con TDP de 45W, más 16 GB de memoria DDR5-5200 y una GPU dedicada GeForce RTX 3050 Ti con un TDP de 35W + 5W de boost dinámico.
Además, tenemos una unidad M.2 NVMe SSD de 1 TB de capacidad PCIe Gen 4.0 x4 más tecnología MUX Switch para derivar la conectividad de la GPU discreta directamente hacia la pantalla sin pasar por los gráficos integrados en la CPU, sin olvidar la posibilidad de conectar la eVGA/docking ROG XG Mobile con su RTX 3080 para portátiles con 150W de TGP.
La batería es de 56Whr con carga rápida que carga el 50% de la capacidad en solo 30 minutos, sin descuidar el audio con Smart Amp para los dos altavoces de 1W y tecnologías como Dolby Atmos, cancelación de ruido mediante IA o tecnología de grabación de tres micrófonos. El audio de los altavoces está condicionado por la falta de espacio, como es lógico.
La refrigeración es otra “joyita” como veremos en las pruebas de la vida real. Baste decir que permite rendimiento sostenido para la CPU de 80W partiendo de un pico de más de 100W para el “empuje” inicial en las pruebas de rendimiento usando algunos Vatios de la batería para superar el límite de 100W del cargador. El sistema de refrigeración es eficiente y silencioso donde los haya, manteniendo la temperatura bajo control y el ruido, especialmente cuando se trabaja con la batería sin alimentación: hay que trabajar dentro de márgenes confortables y ergonómicos, especialmente en el modo tableta.
La presencia de una gráfica dedicada RTX 3050 Ti es importante de cara a maximizar el rendimiento de este portátil / 2 en 1, especialmente cuando se trabaja con modos de funcionamiento combinados de CPU + GPU. En estos casos, si se racionan los Vatios, o bien la CPU canibaliza los Vatios dejando a la GPU integrada “raquítica” de rendimiento, o bien la GPU canibaliza parte de los Vatios dejando a la CPU en una posición comprometida para mover aplicaciones, o bien sucede un poco de todo.
Si no hay límite de Vatios, el ROG Flow Z13 puede funcionar con “presupuestos” energéticos generosos de hasta 100W. Pero si tenemos que limitar ruido, temperatura o maximizar autonomía, la arquitectura Alder Lake empieza a encontrar complicado rendir bien con los gráficos integrados. La RTX 3050 Ti “descarga” a la CPU del peso del rendimiento gráfico.
Para jugar, lo ideal es usar la RTX 3080, eso sí. La RTX 3050 Ti supuestamente tiene un TGP de 40W en total, pero la realidad es que nos quedamos entre los 30W y los 35W. La RTX 3080, por el contrario, funciona a 150W sin problema.
Hubiera sido óptimo que ASUS ofreciera una configuración con 32 GB de memoria DDR5 en vez de 16 GB. Es memoria soldada en placa, pero no por ello deja de ser importante tener una generosa cantidad de RAM de cara a proteger la inversión en el futuro. 16 GB son suficientes, desde luego, pero esa opción de 32 GB satisfaría a los que lo quieren todo sin pensar en el precio, o a los usuarios más exigentes. La unidad M.2 de 1 TB está bien, aunque con un formato “corto” M.2-2230 frente a unidades de 80 mm o 110 mm. Son sacrificios que hay que hacer en aras de la reducción de dimensiones y peso.
La alimentación del equipo está a cargo del conector USB-C Thunderbolt 4.0 con un máximo de 100W para Power Delivery. En las pruebas veremos que, cuando forzamos la máquina con pruebas de rendimiento de CPU y GPU, el sistema, en ocasiones, desconecta la alimentación externa y se queda funcionando con la batería. Hay que desenchufar y volver a enchufar para que el equipo detecte que está conectado a la alimentación.
Es un tema que nos ha vuelto un poco locos en ocasiones, aunque solo en escenarios de benchmarking alejados de un uso “de la vida real”. De todos modos, seguramente habrá alguna actualización por parte de ASUS para enderezar la situación. Lo que está más bien claro es que la identidad de este portátil cambia mucho cuando está funcionando con batería frente al comportamiento conectado a la alimentación. Funciona bien en ambos casos, pero el rendimiento es menor en batería, como es lógico pensar.
En las pruebas de la vida real y pruebas de rendimiento daremos un repaso por lo que puede hacer este equipo en el día a día con aplicaciones y juegos.