Con Windows 11 se consolida una tendencia que ya se empezó a ver en Windows 10 con la integración del subsistema de Linux en el “core” del sistema operativo en vez de depender de máquinas virtuales de terceras partes o de emuladores como BlueStacks, que era una solución común en Windows y Mac para usar apps de Android en esas plataformas.
El subsistema Linux se ha movido desde una opción de configuración más en Windows 10 a una “aplicación” en la Tienda de Microsoft. Y el subsistema de Android vendrá en este mismo formato. Decimos “vendrá”, porque Windows 11 ha llegado sin Android al mercado. Al menos en su versión convencional. Si nos vamos a los canales Beta o Developer de Windows Insider, la cosa cambia, aunque la instalación del subsistema fuera de la región de EEUU no es evidente. Es posible, pero como el subsistema de Android no tiene los servicios de Google integrados (GMS), no tenemos la Play Store de Google, por lo que Microsoft ha optado por utilizar la tienda de Amazon para instalar las apps de Android.
Foto: De momento, la instalación del subsistema Windows para Android, en España, tendrá que realizarse por métodos “alternativos”. Es posible cambiando aspectos de la configuración del sistema operativo, pero es más fácil hacerlo de un modo “alternativo” (pero válido y funcional).
El “temazo” es que las cuentas que pueden usarse para autenticarnos en esta tienda de Amazon son las de EEUU. Al menos, las cuentas españolas no valen y si queremos acceder “legalmente” a la tienda de Amazon, tendremos que usar una VPN, cambiar nuestra cuenta de región o hacernos otra cuenta, etcétera. Por fortuna, hay métodos para beneficiarnos del subsistema Android en Windows 11 de un modo un tanto “alternativo”, aunque igualmente válido. No estamos violando ninguna ley. Además, como estamos “cacharreando” con nuestra instalación Windows 11 en USB, no hay peligro de “cargarnos” nada.
Desde luego que puedes trabajar sobre Windows 11 en tu equipo de diario, aunque ten cuidado para no afectar al comportamiento habitual del ordenador. Podemos hacer que el equipo tenga que trabajar con más procesos en segundo plano, afectando al rendimiento, por ejemplo. Si lo hacemos bien, no debería haber problemas, eso sí.
Windows es más que Windows
Satya Nadella, CEO de Microsoft, ha apostado por la adopción de estándares desde un principio. Las aplicaciones de Microsoft están disponibles en múltiples plataformas, y la nube Azure es, esencialmente, agnóstica y emplea tecnologías que, salvo aquellas que entran en juego en el “core” de la plataforma o dependen de APIs muy específicas, entran dentro del mundo del Open Source en muchos casos.
Foto: Con Windows 11 llega el subsistema Windows para Android, que se suma al ya conocido subsistema Windows para Linux. Ya no solo nos tenemos que limitar a las aplicaciones Windows.
La “estandarización” e integración fuerte entre plataformas como Linux o ahora Android, es un ejemplo práctico de esta filosofía. De este modo, podemos hacer que convivan de un modo “natural”, aplicaciones que hayamos instalado en el subsistema Linux o en el subsistema Android, con las aplicaciones nativas de Windows.
Es decir: cuando instalemos una app de Android, la veremos en el Menú Inicio de Windows como si fuera una aplicación nativa de Windows que hubiéramos instalado de forma convencional. Al lanzar la aplicación, se lanza en segundo plano (si es que no está en ejecución) el subsistema Android, minimizando el “overhead” habitual que nos encontramos con métodos de instalación basados en emuladores como BlueStacks.
Además, tanto el subsistema Linux como el Android usan de un modo fluido y natural el hardware del equipo, ya sea la pantalla, el audio, la webcam o la conectividad, sin que haya que instalar controladores o realizar configuraciones complejas en el hardware. Es una ventaja interesante sobre soluciones como VMWare para Linux o BlueStacks para Android.
Foto: BlueStacks ha sido y es una de las plataformas de emulación de Android en Windows más conocidas y usadas, aunque a costa de emplear mecanismos de emulación que se superponen sobre el propio sistema Windows en vez de integrarse en él.
Cómo lo haremos
De momento, la instalación del subsistema Windows para Android en Windows 11 en España tiene que realizarse siguiendo algunos pasos que se escapan del mero “1, 2, 3 y listo”, pero que no revisten mayor complicación en última instancia. En el siguiente apartado nos meteremos en faena.
Si estás familiarizado con el término “sideload” para aplicaciones, mejor: es el que usaremos para instalar las aplicaciones Android usando las herramientas de conexión ADB de Android. ADB son las siglas de Android Debug Bridge, que es parte del SDK de Android y consta de tres componentes: el cliente, el proceso en segundo plano y el servidor. Es la tecnología que utilizaremos para “hablar” con el subsistema Android desde Windows para, por ejemplo, instalar aplicaciones sin necesidad de pasar por la tienda de Amazon.
Tranquilo, que si sigues con cuidado la secuencia de actuación, acabarás por tener en Windows 11 las apps de Android que más emplees, para trabajar con ellas con teclado, ratón y pantalla grande, si es que las apps cuentan con las APIs adecuadas para ello. Los juegos son otro “filón” potencial para los usuarios de Windows que deseen llevar sus juegos casuales del móvil al PC de sobremesa o el portátil.
Para realizar este proyecto, podemos usar la instalación de Windows 11 en una unidad externa USB que ya tratamos en un artículo reciente. De este modo, podremos “cacharrear” sin temor a cargarnos nada. Aunque este proyecto no implica “tocar” nada que pueda comprometer a nuestro sistema operativo.