Todo esto está muy bien, pero ¿de qué manera se implementarán los Ryzen 4000 en los portátiles? AMD no ha dejado esto al azar, y por eso ha diseñado algunos estándares para que los fabricantes puedan montar máquinas que saquen el mayor provecho posible de sus procesadores. Hay que tener en cuenta que a día de hoy, gigantes como Intel no sólo hacen CPUs para portátiles, sino que concretan estándares (sino recordad los Ultrabook) para garantizar unas especificaciones, un rendimiento y una autonomía acordes con el conjunto general. AMD, después de mucho tiempo, hace lo propio aprovechando su potente irrupción en saturado mercado de los portátiles, con ánimo, eso sí, de brindar una nueva oportunidad a los usuarios de escoger nuevos tipos de máquinas.


En este apartado queremos hablar de los estándares fijados por AMD para los más de 100 portátiles que se presentarán este año con Ryzen 4000, pero también mencionaremos aquí qué potencia se espera de ellos, y qué hay de un aspecto capital: la eficiencia energética. Empezando por el rendimiento, y siempre acorde a las pruebas hechas por AMD (por lo que habrá que comparar con cierta imparcialidad para ver si estos resultados no son partidistas), un Ryzen 7 4700U sería un 36% más rápido que un Core i7-10510U en la codificación de un vídeo con Handbrake, un 24% más potente en renderizado con Blender, y un 39% más potente en el benchmark de PC Mark 10. Todo esto, como decimos, según las pruebas de AMD...


A nivel de juegos la cosa tampoco se quedaría atrás: dado que los Ryzen 4000 incorporan GPUs integradas, y parece que éstas pueden llegar a dar un muy buen rendimiento, las pruebas de AMD cifran el Ryzen 7 4800U, por ejemplo, en 108 fps en CS:GO, comparados con los 69 fps del Core i7-10510U (también con iGP). Como decimos, todos estos daos de rendimiento habrá que corroborarlos para más adelante, pero por los datos no oficiales que se han filtrado, bien podrían acabar siendo ciertos. Sea como sea, AMD se ha esmerado en sacar un producto que al menos no quede atrás a las alternativas actuales de Intel, aunque sea en rendimiento. ¿Habrá conseguido lo mismo con la autonomía que aportan en portátiles?


Es el siguiente gran tema: la eficiencia energética. Es algo que las antiguas, y escasas, incursiones de AMD en el sector portátil no habían manejado demasiado bien, pero que ahora parecen haber corregido: ya sólo al contar con chips fabricados a 7nm, la eficiencia energética debe ser una de las máximas de los Ryzen 4000. Por eso, según nos dice AMD, el rendimiento por vatio de los Ryzen 4000 es el doble que el obtenido por chips de 14nm de primera generación, lo que sin duda es un salto cuantitativo (y cualitativo). Estos nuevos procesadores son capaces de detectar las cargas de trabajo de una manera más precisa, con una monitorización en tiempo real a nivel de sistema y mediante varios bloques IP dentro de la CPU que organizan las cargas de trabajo, y optimizan al máximo el uso energético.


De esta forma, contaremos con un controlador interno en las CPUs que monitorizará cada núcleo y sus interconexions para precisar al máximo la demanda energética, subiendo o bajando las frecuencias del procesador en función de las necesidades de cada momento. El usuario también podrá crear sus propias preferencias de uso, aunque éste manejo energético será por defecto automático. Además, cada límite de frecuencias se puede ajustar en función de límites térmicos y de construcción, por lo que los fabricantes podrán personalizar este aspecto en función del portátil que hayan construido. Además, podrán entrar en fase de reposo más rápido, al incluir hasta 3 estados LPI, cada uno con un mayor y agresivo poder de reposo. Parece que la gestión energética es una de las máximas de estos Ryzen 4000, y un aspecto al que se le podrá sacar mucho partido.

Y por supuesto, relacionado con el uso energético está la gestión de la batería de un portátil, algo capital en aparatos como éstos, tan dependientes de la batería integrada. Al parecer, AMD ha hecho pruebas muy diversas para estimar la vida de las baterías en sus portátiles, y así poder arrojar más datos, no sólo una prueba pasajera y ya está. Por ejemplo, compara la autonomía del Lenovo Yoga Slim 7 (con Ryzen 7 4800U) con Dell XPS 13 (con batería normalizada a 60,7 WHr, como el de AMD), y el Lenovo consigue más tiempo de autonomía en pruebas tan diversas como PC Mark 10 Application Test, Cinebench R20, Windows en reposo, o sólo en standby, donde puede dar la friolera de 132 horas.
