A pesar de que el Mobile World Congress no ha tenido lugar este año, los fabricantes de teléfonos móviles no han dejado de presentar sus propuestas en el segmento de los smartphones. Es un mercado que empieza a estar saturado hasta cierto punto: las propuestas de modelos se cuentan por decenas para cada fabricante, con precios cada vez más continuos en los que podemos pasar de los 100€ a los 700€ prácticamente a saltos de 50€.
Siguen vendiéndose cantidades ingentes de smartphones, eso sí: nada menos que 401 millones en el cuarto trimestre de 2019 y 1.486 millones durante todo el año pasado (Fuente: Counterpoint Research: Quarterly Market Monitor 2019 Q4). El panorama de la movilidad, no obstante, se polariza alrededor de un número comedido de marcas que aglutinan la mayor parte de la cuota de mercado. Samsung, Apple, Huawei, OnePlus, LG o Xiaomi se han hecho “fuertes”, aunque siempre hay oportunidad para que otros fabricantes traten de “meter cabeza” en las listas de los terminales más vendidos.

Es un segmento donde rápidamente se pasa de casi nada a todo y viceversa. BQ es un caso bastante reciente, sin olvidar a HTC, Nokia o Blackberry tiempo atrás. Otros fabricantes como Sony, no acaban de encontrar su hueco, mientras que los fabricantes “baratos” se sostienen gracias a mantener unos costes operativos comedidos. En un mercado con un número potencial de compradores que se cuenta por centenares de millones, es tentador tratar de hacerse un hueco en las listas de ventas de terminales. El iPhone XR, sin ir más lejos, vendió en 2019 46,3 millones de unidades según datos de Omdia y su informe Smartphone Model Market Tracker.

Los Galaxy A10, A50 y A20 vendieron en conjunto unos 80 millones de unidades, mientras que el Xiaomi Redmi Note 7 vendión 16,4 millones de unidades. Huawei, debido al veto impuesto desde Estados Unidos a empresas como Google, ha frenado su tendencia alcista. Fabricantes como Sony o LG, siguen apostando por un área de negocio donde tienen cuotas de mercado modestas, como el 2,4% de LG, o el 2,5% de Motorola. Mientras tanto, recién llegados como Realme ya están entre el top 5 de fabricantes en España. Por cierto, España es uno de los mercados más activos de Europa en lo que a adopción y cambio de teléfonos móviles se refiere.

Los ingredientes del éxito, o del no éxito
Ante este panorama, los fabricantes tienen que afinar mucho y bien para dar con la receta del éxito combinando unos ingredientes que, a primera vista, no son muchos: SoC (CPU más GPU más NPU), cámaras traseras y frontales, memoria RAM, capacidad y tecnología del almacenamiento interno, batería y carga de la misma, pantalla y diseño industrial, sin olvidar la conectividad, la personalización, la ergonomía o la pantalla. Y, por supuesto, el precio.
Como guinda, tenemos la imagen de marca. Una vez se ha conseguido, los fabricantes tienen margen para “jugar” con los ingredientes, ya sea para aumentar el precio o para rebajar “el valor nutricional” de los ingredientes, aumentando los márgenes de beneficios. Es el caso de Apple o Samsung, que pueden ofrecer productos a precios más elevados que la media, con una notable aceptación por parte de audiencias con presupuestos abultados. Huawei también ha conseguido posicionarse bien en cuanto a imagen de marca en lo que a tecnología e innovación se refiere, aunque con el inconveniente de no disponer de servicios de Google en los terminales que está sacando al mercado desde hace unos meses.
Para fabricantes como Oppo, Xiaomi, Nokia, Motorola o Realme, la clave está en ofrecer también terminales a precios progresivamente más elevados, aunque sin caer en el sobreprecio al seguir siendo marcas que juegan con ofrecer productos de buena calidad a precios menos elevados que los de Apple o Samsung o la propia Huawei. Para precios moderados, Huawei tiene a Honor como segunda marca.