Porque no todo van a ser fuentes de alimentación punteras en todo momento y a todas horas, Corsair nos recuerda que en algunas ocasiones sólo necesitamos una PSU que nos funcione bien, que sea confiable, y nada más que eso. Por este motivo, podemos prescindir de extras como los cables modulares, los ventiladores que se detienen a bajas cargas de trabajo, los diseños hiperbólicos o las tecnologías exclusivas... Con un ejemplo como la Corsair CV550 tendremos 550W de potencia a pleno rendimiento y sin parafernalias: una fuente que funcionará siempre que lo necesitemos, que es lo que, al final, pedimos.

Con un diseño compacto (sólo 125 mm. de largo) y ligero, la Corsair CV550 es una fuente con los cables justos y necesarios para montarnos un equipo en condiciones, sin aspavientos. Los cables recubiertos con malla flexible permitirán una correcta agrupación de los mismos dentro de nuestra caja. Con orificios en la zona trasera, permitirá el paso de aire y la disipación de los componentes internos. Su certificación 80 PLUS Bronze es lo mínimo que, a día de hoy, debemos pedirle a una fuente de alimentación para que nos asegure unos mínimos de eficiencia eléctrica de forma correcta.

La Corsair CV550 está pensada, como su hermana de 450 W, para máquina no demasiado exigentes que prioricen el bajo consumo (pensad que será más eficiente en equipos de consumo contenido porque al 50% de carga son más eficientes), el tamaño compacto y el silencio. Por eso, no contaremos con gran número de conexiones, pero eso no debe impedir montar una máquina de ensueño con esta fuente.
Página oficial del producto: Corsair CV550.