Fijaos bien hasta qué punto las VPNs se están convirtiendo en herramientas cotidianas que incluso en la película “Spiderman, Far From Home”, recién estrenada, se habla de ellas como parte de lo que es recomendable configurar para viajar al extranjero y evitar que nuestra actividad en la red sea espiada. Es decir, sin ánimo de hacer spoiler, la clase de Instituto de Peter Parker se va a Europa de viaje, y en un momento dado, M.J. le dice a Peter que sería conveniente instalar una VPN en el móvil. El objetivo es conectarse con la VPN a un servidor en EE.UU. de modo que la actividad de la red se realice, de forma virtual, como si siguieran en EE.UU. aunque estén físicamente en Europa. De este modo, si hubiera algún tipo de filtro que detectara que el móvil tiene una SIM de EE.UU. y se activase algún control de tráfico, sería inoperante de facto. Además, usando una VPN eligiendo como país para el servidor EE.UU., podrían seguir viendo contenidos de Netflix aunque estuviesen en Europa, donde muchos contenidos no se podrían ver a causa de las limitaciones geográficas de la distribución.

Otro ejemplo es el de los viajes a China. En China no hay servicios de Google, por ejemplo. Están bloqueados. Ni Facebook ni WhatsApp. Si configuramos una VPN eligiendo como servidor uno en Europa, por ejemplo, podremos usar nuestras apps en China a pesar de que allí este tráfico está bloqueado. Físicamente estaremos en China, pero nuestra actividad en la red será, virtualmente, llevada a cabo desde Europa.
Descargas, seguridad, privacidad, desubicación geográfica y más
Como hemos visto, las aplicaciones de las VPNs son muy variadas. Para viajar, por ejemplo, se están convirtiendo en un “must”. Como puedes haber intuido a estas alturas, hay redes VPN para Windows, Mac OS X, Linux y para móviles Android o iOS. En todos los casos, las redes VPN se instalan sobre la interfaz de red, “tunelizando” el tráfico desde nuestro dispositivo hasta el servidor VPN, donde se nos asignará una IP y una identidad virtual remota. Si usamos WhatsApp, será como si lo usáramos desde el servidor VPN. Si descargamos archivos Bittorrent, será como si los descargásemos desde la ubicación del servidor VPN. El tráfico llegará al servidor VPN y se “tunelizará” de vuelta hasta nuestro dispositivo. Es como tener un cable de red virtual que conectase nuestro dispositivo con una toma de red remota, aunque en este caso ese “cable” pueda tener miles de kilómetros.
Otro de los usos de las VPN es el de evitar las restricciones de tráfico impuestas por los ISPs en algunos países. Por ejemplo, eMule o bittorrent pueden estar bloqueados o limitados en su funcionamiento por nuestro ISP. Si usamos una VPN con tráfico de red encriptado, podremos “despistar” al ISP hasta cierto punto. Depende de cómo sean las reglas de filtrado de tráfico del ISP. Hoy en día, con las técnicas de IA, los ISPs pueden inferir que estamos usando algún tipo de “engaño” como las VPNs, por ejemplo. Pero, de momento, lo más probable es que consigamos saltarnos las limitaciones si no abusamos del tráfico de datos.
Por cierto: emule o bittorrent no necesariamente se usan para descargar archivos sujetos a derechos de autor: se usan para compartir archivos como las distribuciones de Linux, sin ir más lejos.

También es útil usar una VPN si estamos conectados a Internet desde una ubicación que no ofrezca garantías, como una cafetería. En ocasiones, los bares o cafeterías no tienen políticas de seguridad especialmente fuertes, por lo que un hacker puede estar “snifando” el tráfico de red de los usuarios conectados. Si usamos una VPN, el tráfico saliente y entrante estará, generalmente, encriptado, comprimido o tunelizado, por lo que será difícil que se pueda sacar algún dato sensible como contraseñas o cuentas bancarias.
En otros casos, podemos incluso beneficiarnos de precios más bajos en compras. Por ejemplo, los vuelos de avión pueden ser más baratos si los sacamos desde otros países. Si, por ejemplo, un billete de avión es más barato si se saca desde Rusia, pongamos por caso, si nos conectamos a un servidor VPN en Rusia, puede que sea posible beneficiarnos de un descuento en las compras.
Si eres un usuario que quiere probar el primero algún servicio beta, las VPNs pueden ser también de utilidad. A veces, los desarrolladores lanzan un servicio primero en un país y luego lo despliegan en el resto. Por ejemplo, EEUU. Si usas una VPN con ubicación en EE.UU., puede ser posible que te inscribas en un servicio beta exclusivo para EEUU incluso estando en España.