Vistas las nuevas tecnologías del chip TU102, veamos cómo son las nuevas tarjetas gráficas presentadas. Hoy vamos a ver en realidad únicamente la RTX 2080, pero la veda se abre también sobre la RTX 2080 Ti, que esperamos poder analizar in-situ muy pronto, si bien hoy ya hemos podido conocer todas sus especificaciones oficiales.
La GeForce RTX 2080 Ti va a ser la tarjeta más potente por el momento, con un núcleo TU102 completo que le va a pasar la mano por la cara a todo lo que existe en el panorama gráfico actual. Será la tarjeta 4K HDR por excelencia, y sus especificaciones corroboran la monstruosidad que es:

La Founder's Edition vendrá overclockeada de serie (1.635 MHz de velocidad de núcleo), además de llevar 11 GB de memoria GDDR6 a 14 Gbps, como habéis podido ver en el gráfico, lo que supone, en la teoría, un 27% de mejora en memoria respecto a la GTX 1080 Ti. La otra novedad es que estas GPUs van a empezar a incorporar un conector USB C, tanto para monitores actuales como para kits de VR.
Por su parte, la GeForce RTX 2080 incorpora una variante del chip TU102, el TU104, que recorta un poco sus características, pero vamos a ver que este hecho tampoco deja en mal lugar esta tarjeta. Se reducen todos los núcleos, y el modelo Founder's Edition viene también con overclock de serie. En principio debería otorgar un rendimiento superior a la anterior 1080 Ti, lo que la convierte en una fantástica opción de juego, también 4K. Incorpora 8GB de memoria GDDR6 (14 Gbps), como vemos en su lista de especificaciones comparativa:

A nosotros NVIDIA no nos ha hecho llegar en esta ocasión ningún modelo Founder's, pero parece ser que estas versiones modifican su diseño con unos acabados mejores, nuevo conector NV Link, doble ventilador con 13 aspas cada uno y el mencionado overclock de serie, con diseño de alimentación de 13 fases, lo que logra un ruido bajo y un rendimiento refrigerante muy superior a otras Founder's.
Finalmente, mencionar que estas tarjetas emplean GPU Boost 3.0 y 4.0. La versión 3.0 aumenta la frecuencia del núcleo de la GPU de forma dinámica, constantemente y en función de la aplicación, con lo que se consigue un extra de rendimiento en todo momento. El límite es el TDP de la propia tarjeta. Por otro lado, GPU Boost 4.0 permite al propio usuario ajustar estos límites. Como vemos en la figura, la mayor ventaja es que el propio usuario edita una porción de ese boost, manteniendo unos niveles seguros en todo momento.
