Ya tuvimos la oportunidad de ver una Gaming Box de Aorus, en aquella ocasión con una GTX 1070. La solución gráfica externa vuelve a la carga, actualizada y lista para que juguemos a mansalva con ella. Con la Aorus GTX 1080 Gaming Box tendremos toda la potencia de una GTX 1080 pero externamente. Podremos llevarnos la caja a cualquier parte y dar vida a portátiles que no tengan GPU potente, todo ello mediante un puerto Thunderbolt 3, sin requerir de mucho más... La solución perfecta si queremos llevarnos la potencia a cualquier parte y no andar cargando con máquinas pesadas...

Externamente vemos que la caja no ha cambiado mucho respecto a la que vimos en su momento: 211 x 162 x 96 mm., con un peso algo superior (2.3 kilos), y al contrario de lo que pensábamos, un consumo inferior, además la caja cuenta con una PSU incorporada con más de un 90% de eficiencia energética. Acabados metálicos de la caja con formas rectas, como recordábamos, y se ha vuelto a optar por retroiluminación RGB mediante RGB Fusion, el software de Aorus con el que sincronizaremos el comportamiento de nuestros ledes con los efectos que queramos ponerles.

En la parte trasera contamos con diversas conexiones, correspondientes algunas a la propia GPU, y otras aportadas por la caja: 3 DisplayPort, 1 HDMI y 1 DVI, además del conector de alimentación, 3 puertos USB 3.0, un puerto Quick Charge 3.0 (para carga rápida de dispositivos móviles), y el mencionado puerto Thunderbolt 3. Esto quiere decir que la Aorus GTX 1080 Gaming Box puede hacer de estación de trabajo: es posible dejar a un lado el portátil, conectar periféricos a la Gaming Box, una salida de vídeo... y disfrutar de una experiencia semejante a la de un equipo de sobremesa.

Aorus nos proporciona todo lo necesario para usar la GTX 1080 Gaming Box en cualquier parte, tanto por los cables adjuntos como por una bolsa de tela a modo de maletín que podremos llevar a todas partes.
Página oficial del producto: AORUS GTX 1080 Gaming Box .