Momento de calzarse los H5 de Aorus y comprobar qué tal suenan. Primero de todo, la comodidad: nos los ponemos y la diadema se ajusta muy bien. Parecería que el sistema por alambre es algo extraño, pero se acomoda mejor que cualquier otro sistema que hayamos probado antes. Los pabellones auriculares, eso sí, son algo pequeños: no tenemos orejas grandes, así que no es por nuestro tamaño, es que el tamaño de la circunferencia de los H5 es algo limitada. Aún y así no molesta llevarlos puestos, que es lo que realmente cuenta. Por lo demás son bastante cómodos, con unos acabados suaves y no demasiado rígidos, lo que va a permitirnos llevarlos puestos mucho tiempo...

Respecto a la calidad de sonido, es el otro gran factor a tener en cuenta en cualquier par de auriculares que se precie, y en este caso los Aorus H5 son realmente de calidad. Compensan de forma muy acertada los graves, agudos y medios, lo que es difícil de encontrar, haciendo un especial hincapié en los graves, ya que no olvidemos que se trata de unos auriculares orientados al gaming, por lo que han de ser contundentes. Aún y así, nos complace comprobar cómo de compensado está el sonido y lo refinado que es a nuestros humildes oídos, lo que sin duda es digno de mención.

Por supuesto, dado que hablamos de un periférico Aorus, un cierto grado de personalización es posible por parte del usuario. Por eso contamos con el software Aorus Engine, que va a permitirnos cambiar el color y la frecuencia de los leds laterales que decoran el logo de Aorus. Con el programa podremos controlar otros dispositivos de la marca, y en el caso concreto de los H5 se mostrará la pantalla para alterar el comportamiento de los leds, ofreciendo algunos efectos adicionales y su frecuencia, además de una buena paleta de colores...

Ninguna queja del micrófono, que funciona a la perfección, y que podemos retirar en cualquier momento. El mando también es práctico, sobre todo por la rueda de volumen y el botón para silenciar el micro, que puede venir bien en momentos puntuales.
