Los fabricantes de placas han ido añadiendo a sus propuestas diferentes elementos de valor añadido para diferenciarse de la competencia más allá de las posibilidades del chipset. ASUS tiene en su gama ROG la apuesta por el mundo del gaming, y dentro de este campo, los productos Strix, son los que destacan por su calidad y fiabilidad. En placas base, el antecedente estaba en la X99 Strix, y ahora llega la ROG Strix Z270G. El aspecto de la placa es imponente en cuanto a acabado y estética con su color negro y disipadores negros y plateados, e integra tecnologías de calidad para apartados como la interfaz de red, el audio o la conectividad. De este modo, ASUS es capaz de ofrecer una placa a la altura de lo que los usuarios más exigentes pueden demandar, pero en un formato micro ATX. El zócalo es el mismo LGA 1151 de Skylake, todo sea dicho, con cuatro ranuras de memoria DDR4 para alojar hasta 64 GB de RAM.
Las ranuras PCI-Express x16 son dos, con otras dos PCI-Express x1 intercaladas. Hay dos ranuras M.2 con una compatible con unidades de hasta 80 mm. y otra hasta 110 mm. Además, podemos encontrar un conector para tiras de iluminación LED junto con conexiones para puertos USB adicionales en el frontal. Es una placa pequeña, por lo que no podremos aspirar a tener todas las posibles variantes de conexiones. De hecho, no contamos con SATA Express como opción para almacenamiento. El audio está a cargo del códec SupremeFX S1220A con sonido 8.1 y tecnologías avanzadas de procesamiento digital.
Pequeña pero matona
Yendo a los detalles, nos encontramos con los elementos más interesantes de la placa y donde podemos identificar los diferentes componentes que ASUS ha elegido para diferenciarse de otras propuestas. Sin ir más lejos, el audio es el SupremeFX S1220A, a cargo del códec ALC S1220A junto con diferentes añadidos como el amplificador para auriculares o el detector de impedancia. La circuitería de audio está separada de la del resto de la placa dentro de lo posible para evitar que haya interferencias radioeléctricas, como también sucede en placas de otros fabricantes.
La interfaz de red está a cargo de una Intel I210-V de tipo gigabit ethernet sobre la que se implementan funcionalidades como ROG GameFirst y LANGuard. La conectividad inalámbrica está a cargo de un chip que combina Bluetooth 4.1 y WiFi 802.11ac con una antena 2T2R (dos antenas para transmitir y dos para recibir). La conectividad WiFi no es una novedad, pero siempre es bien recibida, y mas si contempla 802.11ac con MIMO. También merece la pena destacar la presencia de un conector frontal USB 3.1 para usar con aquellas cajas que contemplen este tipo de conectividad, sea USB 3.1 de tipo A o tipo C.
Y todos los detalles a tener en cuenta
Para el almacenamiento contamos con las ranuras M.2 Socket 3, compatibles con formatos 2240 - 2280 y 2240 - 22110. También tenemos 6x SATA 6, aunque sin SATA Express. Las ranuras M.2 están preparadas para unidades de almacenamiento con tecnología Optane. Es de esperar que las primeras unidades Optane lleguen en algún momento de los próximos meses aprovechando que el chipset Z270 es compatible con esta tecnología de almacenamiento, a medio camino entre la velocidad de la memoria RAM y la no volatilidad de los discos SSD. De momento, todo apunta a que tendremos que conformarnos con las tecnologías de almacenamiento de ahora, junto con cantidades elevadas de memoria RAM. Para que te hagas una idea, las primeras unidades de disco con tecnología Optane está previsto que tengan capacidades de 16 GB o 32 GB..Con todo, esta placa, teniendo en cuenta que se trata de un factor de forma Micro ATX, está muy bien provista en cuanto a tecnología y funcionalidad.
ASUS también cuenta en esta placa con la tecnología de iluminación AURA, con la que conseguiremos interesantes efectos visuales alrededor de la iluminación LED integrada. Y con SlotGuard que aumenta la resistencia mecánica de las ranuras PCI-Express si usamos gráficas con un peso y longitud por encima de la media. Se trata de tecnologías bien pensadas y atractivas tanto en la parte estética como en la funcional que aportan un valor diferencial y justifican su pertenencia a la familia Strix de productos donde solo tienen cabida los productos más completos y exigentes.