Comencemos analizando la Crystal RGB 460. Aunque vamos a ver que ambas cajas comparten muchos elementos, también tienen sus sutiles diferencias, como observaremos a continuación. En este caso concreto hablamos de una caja de tamaño medio con una gran presencia, en la que destacaríamos los vidrios que conforman una de las tapas laterales y el frontal. Dichos vidrios templados están ligeramente ahumados, de manera que el interior de la caja quedará siempre algo más oscurecido. Esto aporta cierta discreción y, por qué no, algo de elegancia al conjunto. Ya desde el frontal quedan patentes los ventiladores principales de la caja, 3 unidades SP120 RGB de Corsair y que pueden iluminarse con diferentes combinaciones de colores. Gracias a ellos el aire entrará por la parte frontal hasta el interior de la caja. Esto se logra gracias a que entre los laterales y el frontal quedan unas rejillas abiertas para que pueda pasar el aire del exterior. Como vamos a ver, no será el único espacio semejante en la 460X.

La Crystal RGB 460X encendida
En la parte superior tenemos una combinación entre la rejilla natural de la propia caja, que forma parte de la estructura, y una adicional que se coloca encima. Es una rejilla flexible y magnética, que puede ser extraída en cualquier momento para su mejor limpieza y mantenimiento. En esta zona observamos también la presencia de los conectores del panel frontal: botón y led de encendido, 2 USB 3.0, entrada y salida de audio, led de actividad de disco y botón de reset. Adicionalmente, tenemos un magnífico rehobus bastante completo: el botón izquierdo y el derecho sirven para el control de luces, es decir, para cambiar colores y efectos, mientras que el botón central define 3 velocidades prefijadas, lo que resulta muy útil para determinados escenarios.
La parte trasera de la 460X es quizá la más clásica, ya que tiene el aspecto de una caja estándar. La cobertura habitual de metal define los distintos espacios que encontraremos, a saber: salida de aire trasera (aquí no tenemos un ventilador trasero que expulse el aire del interior, pero podemos instalarlo), espacio para el panel de conexiones trasero de la placa, 7 brackets reutilizables para tarjetas de expansión, y el hueco inferior para la PSU. Y la base es otra parte de apariencia bastante habitual: patas de goma adheridas a la propia estructura, y una rejilla extraible y lavable que podemos quitar desde el exterior.








Aspectos desde fuera
Llama la atención que para poder quitar las dos tapas de vidrio templado no sean necesarias herramientas: Corsair ha dotado a las Crystal de unos tornillos planos que se pueden quitar con los dedos o bien con un destornillador de punta plana. La tapa metálica, que es la opuesta a la del lado del montaje, se retiraría con los clásicos tornillos, que tampoco requieren de herramientas. Una vez fuera, veremos que podemos tener acceso total al frontal (puede ir bien para tareas de mantenimiento) y al interior, donde ocurre toda la acción.
Llama la atención que el interior quede tan despejado, y eso es porque no hay módulos visibles para la instalación de discos ni nada parecido: las unidades de almacenamiento se instalan detrás, en el lado opuesto al de montaje, dentro de unas ranuras colocadas en la propia base de la caja. Lo mismo pasa con la fuente de alimentación, que se instala desde este mismo lado, y queda lejos de la vista exterior. Este sistema de montaje permite destacar la placa base y la o las tarjetas gráficas, que suelen ser más vistosas a día de hoy que otras piezas de hardware. Obviamente, contamos con orificios de goma para que los cables puedan pasar de un lado a otro sin ningún tipo de problema y se puedan organizar mejor. Se añaden dos unidades de disco más justo delante del espacio dedicado al de la fuente de alimentación, así que contamos con un total de 5 espacios para discos.








Detalles desde el interior
Como hemos podido ver, tanto en su concepción como en sus acabados, la Crystal 460X de Corsair apuesta por una instalación de elementos limpia y separada en dos partes, con placa y tarjetas en la parte más visible (que podremos observar a través del vidrio templado principal) y otra que oculta la PSU o las unidades de almacenamiento, lo que deja espacio para, por ejemplo, tarjetas gráficas de gran tamaño, en todas las configuraciones que podamos imaginar.