La mejor manera de probar unos auriculares es ponérselos y ver qué pasa. O mejor: escuchar qué ocurre. Primero de todo, hablemos de la ergonomía de los Masterpulse. Ya que hablamos de unos auriculares in ear la comodidad debemos percibirla únicamente en el interior del conducto auditivo. Los Masterpulse son cómodos de llevar, muy discretos, y al poder ajustar las almohadillas (tenemos varios pares, como antes hemos dicho) será fácil encontrar el que mejor se adapte a nosotros. En lo particular tuve que colocarme las más grandes, pero en cualquier caso al estar hechas de silicona son muy cómodas, incluso si usamos los auriculares largo rato.

De cerca
En cuanto a la calidad de audio, los Masterpulse se notan correctos. Puesto que poseen el efecto Bass FX, el audio queda algo maquillado, incluso si decidimos no usarlo. Podemos hacer nosotros mismos la comprobación: rotamos las ruedas de ambos auriculares al mínimo para quitar el efecto forzado de graves y vemos que aún y así los agudos se resienten. Así que originalmente los Masterpulse maquillan un poco el sonido que reproducen, algo totalmente normal en auriculares que traen cierto retoque de serie, como es el caso. De todas formas el audio es bastante claro, no se ha producido distorsión a pesar de subirlos al máximo, lo que denota calidad en la propia construcción, y se aprecian bien medios y graves (los agudos también pero pueden mejorarse).

Conector
Habiendo probado los Masterpulse con música y algunos juegos móviles, nos reiteramos en lo dicho: mucho efecto de graves, y el detalle de poder regularlo desde los propios auriculares resulta curioso, pero este efecto puede matar los agudos, algo más complicados de percibir.
Respecto al uso del manos libres, poco más que decir: funciona a la perfección, tanto el uso del botón como del propio micrófono, así que nada que comentar al respecto.

Botón para manos libres