Comienza a estilarse cada vez más los equipos reducidos de tamaño, ya que las piezas de hardware acompañan y podemos echar mano de hardware potente sin que tengamos que pensar en grandes dimensiones. Por eso, las cajas se van adaptando a las nuevas opciones en la medida de lo posible, y tenemos cada vez más posibilidades de montar cualquier tipo de ordenador. El formato compacto se estila cada vez más, pero no sólo eso: se busca que el aire pueda correr bien, que el espacio interno esté bien distribuido, que haya posibilidades de expansión, y sobretodo, que puedan cabernos tarjetas gráficas de última hornada para los que gustan del formato pequeño pero no quieren renunciar a sus partidas de alta intensidad. Para usuarios como ésos existe la Corsair Graphite 380T.

Así es la Graphite 380T
Con todo, esta nueva manera de construirnos nuestro próximo ordenador llega a nosotros en varios colores, aunque el modelo analizado concretamente es el blanco. Promete ofrecernos todo mucho espacio interno, tal y como vamos a ver en los próximos apartados, y una buena disposición interna, además de grandes posibilidades de expansión, así que matamos una buena bandada de pájaros con este tiro.
La Graphite 380T se nos presenta en una caja de cartón estándar con el dibujo de la misma fuera, y viene muy bien envuelta. En el interior algo de material extra, aunque no demasiado: un manual de instrucciones desplegable, tornillería de instalación diversa, y bridas no reutilizables.

Instrucciones y material
Comencemos con la Corsair Graphite 380T.
Página oficial del producto: Caja Corsair Graphite 380T.